Comercio
Así prepara Amazon el Prime Day 2023: el doble de robots que de humanos
Estas jornadas de rebajas para suscriptores se celebrarán el 11 y 12 de julio. El gigante de las compras online abre las puertas de su segundo complejo más robotizado de España, en Illescas (Toledo), donde 3.000 robots y 1.500 trabajadores gestionan 300.000 pedidos al día
Papel higiénico, jabón para platos, pastillas de lavavajillas, detergente para la lavadora, toallitas para bebé, freidoras de aires, tablets, secadores de pelo o depiladoras. Estos fueron algunos de los artículos más vendidos en el Prime Day 2022, las rebajas anuales que Amazon ofrece a sus más de 200 millones de suscriptores en el mundo. Este año, el Prime Day llegará los días 11 y 12 de julio con «más ofertas que ninguna otra edición», señala el gigante del comercio electrónico. El año pasado sus usuarios ahorraron 1.560 millones de euros comprando 300 millones de artículos durante esta jornada de rebajas, unas cifras históricas que la empresa espera repetir en 2023. Para conocer cómo se gestiona el ingente número de pedidos durante este evento, la compañía de Jeff Bezos abre las puertas de su segundo centro logístico más robotizado de España, el MAD7 de Illescas (Toledo), donde el número de robots dobla la cifra de trabajadores humanos.
En septiembre de 2021 Amazon afianzó su presencia en Castilla-La Mancha con la apertura de este segundo centro logístico cuyas cuatro plantas suman 180.000 m2 construidos y que es capaz de gestionar 300.000 productos al día, con picos de hasta 670.000 pedidos en Navidad. La labor de recibir, clasificar y empaquetar cada pedido corre a cargo de 1.500 empleados y 3.000 robots que se reparten el trabajo en tres turnos durante las 24 horas del día.
Al igual que ocurre en su mayor centro logístico de España, el de El Prat (Barcelona), en Illescas la seguridad y el servicio al cliente están presentes en cada rincón. La nave, impoluta, está plagada de rótulos y pantallas que combinan mensajes motivacionales con recomendaciones posturales para evitar lesiones en el trabajo. Además, también se anuncian beneficios que pueden obtener los empleados como un cheque de 100 euros para el Prime Day si participan en un sorteo interno.
El centro funciona como un mecanismo bien engrasado donde cada trabajador y robot saben exactamente cuál es su función. La primera fase que atraviesan los productos es la llegada en camiones al centro. Hay que tener en cuenta que este es un centro de media milla –desde el cual los pedidos parten a otros destinos– y de producto pequeño –donde ningún artículo pesa más de 12 kilos–, al que la mercancía se dirige por la facilidad de entrega y el ahorro en costes de transporte. Los artículos pueden proceder de proveedores (el 60% son pymes) o de otros centros de Amazon. A continuación, llega el momento de descargar los «totes» –cajas de plástico negro de hasta 15 kilos– de los palés, una tarea que ahora corre a cargo de un robot para evitar un sobreesfuerzo físico de la plantilla.
Los productos recorren de media 2 km desde su entrada hasta su salida de este macrocentro. Para ello, primero viajan a través de cintas transportadoras –que suman hasta 20 km– para su clasificación. Como dato, el MAD7 también funciona como almacén con capacidad para 20 millones de productos, por ello, la compañía cuenta con un sofisticado sistema de almacenaje para ahorrar espacio y agilizar la preparación de los pedidos: los artículos no se clasifican por tipología, sino por tamaño. De esta manera, las estanterías tienen compartimentos de diferentes medidas donde un paquete de bolígrafos y otro de cepillos de dientes pueden compartir espacio. Para saber dónde está cada artículo, Amazon usa códigos de barras y QRs que permiten tener todo localizado.
El proceso de almacenaje lo culminan los «drives» de Amazon Robotics, una especie de «roombas» que se encargan de colocar y transportar las 54.000 estanterías del centro hasta que el cliente pide algún producto. Cuando eso ocurre, las estanterías inteligentes se dirigen a otro espacio donde una pantalla indica al trabajador el artículo que debe coger. En la estantería se ilumina la sección donde está ubicado el producto, el empleado lee su código de barras y lo coloca en «totes» que bajan a la planta de empaquetado.
Los productos que no corren riesgo de sufrir daños se envían en su propio envase (ya son el 13%). Con todo listo, los paquetes vuelven a circular por las cintas donde, por último, un sistema informatizado comprueba que es el producto correcto leyendo su código de barras y midiendo su peso. Si obtiene el ok, se le coloca la etiqueta y el pedido sale del centro hacia otros destinos para su reparto.
15.000 pymes españolas venden en Amazon
Las pequeñas y medianas empresas que venden a través de Amazon registraron en el Prime Day de 2022 las mayores ventas de su historia. Actualmente, 15.000 pymes españolas venden en Amazon y más de la mitad de ellas exporta sus productos a clientes de todo el mundo. Y es que para empresas como Flamingueo, Amazon ha sido su vía de internacionalización. De hecho, el 70% de las facturación de esta compañía que produce y vende online productos de decoración y accesorios en tendencia es internacional. Para ello, sólo necesita pagar una cuota mensual de 39 euros a Amazon, que también se queda con una comisión por venta.
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