
Análisis
Los aranceles a la UE pueden acabar hoy
Europa solo tiene que cercenar las tasas, impuestos y regulaciones absurdas que han demolido nuestra competitividad

La Unión Europea no se creó «para fastidiar a Estados Unidos», como ha afirmado Trump, pero sí tiene razón en que se creó, en parte, para poner barreras a los exportadores estadounidenses. Uno de los objetivos principales de la creación de la UE era proteger la industria, ganadería y agricultura. Sin embargo, en el camino, la burocracia europea ha destruido la industria, ganadería y agricultura. Un ejercicio impresionante de dispararnos en nuestro propio pie.
En 2023, la Unión Europea recaudó más de 4.000 millones de euros en aranceles efectivos netos a Estados Unidos. Y eso que el superávit comercial de la UE con EE UU superó los 155.000 millones de euros, según cifras del Departamento de Comercio estadounidense. Es decir, no solo vendemos mucho más de lo que importamos, sino que les aplicamos muchos más aranceles.
Los aranceles efectivos de la Unión Europea contra Estados Unidos son muy superiores
Ante la evidencia de barreras constantes y limitaciones a las empresas norteamericanas, el presidente Trump ha anunciado aranceles con un objetivo claro: o la Unión Europea elimina sus barreras al comercio o Estados Unidos equilibrará la balanza con aranceles. Los aranceles no son una novedad. Son la única herramienta que tiene Estados Unidos para equilibrar la balanza ante países que entienden que el libre comercio es «vender lo que quiera en Estados Unidos, pero limitar que las empresas norteamericanas nos vendan». Sorprende, además, el revuelo mediático ante el anuncio de Trump y el silencio cuando el presidente Biden mantuvo y aumentó los aranceles de Trump, Obama y Bush. O el silencio de los medios y la UE con los aranceles de China, Brasil o India.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reaccionado ante el anuncio de aranceles del presidente Trump afirmando que «la Unión Europea es el mercado libre más grande del mundo. Y ha sido una bendición para los EE UU». Sin embargo, la realidad es muy distinta. Los aranceles efectivos de la Unión Europea contra Estados Unidos son muy superiores, como hemos comentado, y son especialmente elevados en automóvil, alimentación y ganadería, bebidas y tabaco, aceites, química, actividades manufactureras, maquinaria y materias primas, según ING Research y Bloomberg Economics.
Además, estos cálculos de aranceles efectivos no incluyen ninguno de los otros aranceles encubiertos, como el impuesto «al CO2», las barreras fiscales, regulatorias y las trabas al comercio usando la excusa de medidas medioambientales como la Agenda 2030, por no decir las barreras financieras y tecnológicas impuestas en la ley de control de las inversiones extranjeras (reglamento 2019/452) que se usa frecuentemente para torpedear a las inversiones estadounidenses mientras se pone alfombra roja a las chinas, por ejemplo. O las leyes anti-OPA, o el Reglamento de Servicios Digitales y de Mercados Digitales, que se usan sin pudor para limitar la libertad de expresión y a las empresas estadounidenses, etc. A propósito, si usted considera que todo esto está muy bien, no importa, porque no está incluido en el cálculo mencionado, y demuestra que la posición de la UE con respecto a EE UU no es «una bendición».
No se preocupen ustedes por Trump o Musk, preocúpense por Von der Leyen y Pedro Sánchez
La Unión Europea no es una campeona del libre comercio, tristemente. Durante años, ha estado levantando barreras al comercio y la industria o la agricultura, poniendo limitaciones a las importaciones de Estados Unidos y, a la vez, subvencionando a otros países, especialmente del Norte de África para subcontratar nuestra inexistente política de inmigración. De hecho, hasta Draghi reconoce que los mayores aranceles a la industria europea los impone la UE. El FMI estima que el coste de los aranceles escondidos de la UE aumenta los precios del sector manufacturero un 45% y los del sector servicios más de un 100%.
Una pista: los aranceles anunciados por el presidente Trump se pueden acabar hoy mismo. Lo único que tiene que hacer la UE es cercenar los aranceles y regulaciones absurdas que, además, han demolido nuestra competitividad. Los aranceles se pueden eliminar hoy si la UE reduce sus aranceles, su impuesto a las multinacionales, invierte en defensa y deja de expoliar a las empresas. Es decir, si la UE deja de poner la bota en el cuello a sus industrias y la de EE UU, no habrá aranceles y ganamos todos.
No se preocupen ustedes por Trump o Musk, preocúpense por Von der Leyen y Sánchez. Los mayores aranceles a nuestra industria, ganadería y agricultura los impone una Unión Europea y gobiernos crecientemente intervencionistas. Además, las empresas europeas pueden evitar los aranceles invirtiendo y creando empleo en EE UU y negociando directamente si, como me temo, los gobiernos europeos prefieren usar el comodín del enemigo exterior del «malvado» Trump antes que reducir sus absurdas normativas e impuestos destructivos. Las empresas europeas no necesitan que se las proteja de las estadounidenses. Necesitan que se las proteja de la burocracia europea.
✕
Accede a tu cuenta para comentar