La ira del campo vuelve a Madrid por el pacto con Mercosur: Asaja y COAG convocan una tractorada para el próximo lunes

El descontento agrícola ha vuelto a estallar hoy en Bruselas e inundará el centro de Madrid el próximo lunes, 16 de diciembre, en protesta por la competencia desleal que traerá el acuerdo comercial de la Unión Europea y Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), cerrado el pasado viernes tras casi 25 años de tiras y aflojas. Una tractorada convocada por Asaja y COAG recorrerá las calles del centro de la capital española desde las 11:00h para desembocar en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta convocatoria reaviva la revuelta agrícola que colapsó múltiples puntos de España a inicios de año y que culminó con una tractorada masiva por el centro de Madrid en febrero.

Ambas asociaciones exponen que las causas que motivaron estas protestas siguen vigentes, pese al paquete de medidas impulsado después por el Ministerio con el apoyo de UPA y Unión de Uniones, pero sin el de Asaja ni COAG. Estas son «claramente insuficientes», ya que persisten los problemas de altos costes y bajos precios en origen. Por ello, piden reformas reformas en la Ley de la Cadena Alimentaria y el sistema de seguros agrarios, al igual que la adaptación de la reforma laboral y los costes salariales a las necesidades del campo. También reclaman mayor inversión en política hidráulica.

Pero para Asaja y COAG la «verdadera amenaza» y el detonante de la protesta del lunes es la proliferación de acuerdos de libre comercio de la UE con terceros países. Bruselas calcula que el acuerdo con Mercosur ahorrará 4.000 millones a las empresas exportadoras europeas. Sobre todo beneficiará a la exportación de coches, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos. A cambio, el pacto permitirá aumentar las cuotas de entrada a la UE de ciertos productos como carne vacuna, avícola y porcina así como miel, azúcar, soja o maíz, entre otros. Aunque para el sector agrícola español se abren oportunidades en exportaciones de vino y aceite de oliva a Brasil, el problema radica en unas reglas del juego distintas que harán que los agricultores y ganaderos españoles y europeos tengan mucho más que perder de lo que podrían ganar.

«Las importaciones de productos agrarios de Mercosur, Chile, Marruecos, Nueva Zelanda…, con precios por debajo de nuestros costes de producción y sin cumplir las normativas que imperan para las producciones comunitarias, impactan gravemente en los agricultores españoles y europeos y provocan pérdidas inasumibles y cierres de explotaciones», subrayan Asaja y COAG.

El presidente Asaja, Pedro Barato, denunció en una manifestación en Bruselas que las cláusulas espejo y la reciprocidad prometidas por eurodiputados españoles en las elecciones al Parlamento Europeo «brillan por su ausencia» en el acuerdo UE-Mercosur. Además, advirtió de que este pacto perjudicará gravemente a sectores como el azúcar, el bovino, el avícola y el porcino, que enfrentarán «consecuencias muy negativas» si se implementa en su forma actual. También impactará sobre los cereales, oleaginosas y el arroz.

El presidente de COAG, Miguel Padilla, calificó el acuerdo como «indignante» y señaló al Gobierno español, uno de sus impulsores, por usar al campo como «moneda de cambio» para favorecer a otras actividades como la venta de coches, la construcción o la energía. «Volvemos a ser los grandes perjudicados. Esto supone un impacto en la ganadería del 20%, más de 3.000 millones, e impacta en otras actividades como la miel, los cítricos o el vino», expone. «No es posible que los que nos tienen que defender en España hagan todo lo contrario», lamenta Padilla.

En Bruselas, antes de la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la UE, el ministro español Luis Planas calificó como una «gran noticia» el reciente acuerdo entre la UE y Mercosur, destacando que España, como potencia agroalimentaria, no debe temer la apertura comercial. Planas reconoció posibles preocupaciones, pero subrayó que los contingentes adoptados para productos sensibles no afectarán al mercado comunitario. Además, aseguró que el pacto es «equilibrado» y ofrece importantes ventajas para sectores clave como el vino, el aceite de oliva, el porcino y los cítricos.

La pesca en el Mediterráneo, amenazada

Luis Planas cambió el tono a uno más crítico para referirse a la propuesta de Bruselas para la pesca en el Mediterráneo, que solo permitiría a los arrastreros españoles salir a pescar 27 días al año en esas aguas. «La propuesta de la Comisión hace inviable económicamente la actividad pesquera en el Mediterráneo», declaró a su llegada a la reunión de ministros de Agricultura y Pesca de la UE. Añadió que «claramente inaceptable» porque «supone no tener en cuenta los esfuerzos realizados por nuestros pescadores en los últimos cinco años», en los que se ha reducido «hasta un 40%» el número de días en los que la flota sale a faenar.