Crisis
El dinero no vale nada en Argentina: emite por primera vez billetes de 2.000 pesos que dan para una cerveza
La inflación galopante fuerza al Banco Central a imprimir moneda por más valor aunque el cambio en el mercado paralelo apenas sea de 5 dólares
El Banco Central de Argentina (BCRA) aprobó este jueves la emisión de un nuevo billete, de 2.000 pesos (10,66 dólares al tipo de cambio oficial), que será el de mayor valor en circulación en medio de la galopante inflación y devaluación de la moneda que arrastra el país.
La autoridad monetaria señaló en el comunicado que mientras avanza en el proceso de “digitalización de los pagos”, propiciando el uso de medios electrónicos de pago, el nuevo billete “permitirá mejorar el funcionamiento de los cajeros automáticos y al mismo tiempo optimizar el traslado del efectivo”, recoge Efe.
El billete de 2.000 equivaldrá a 10 dólares al cambio oficial y poco más de 5 dólares a la cotización en el mercado ilegal, al que los ciudadanos suelen acceder por las trabas para hacerlo en el oficial, que el Gobierno de Alberto Fernández mantiene vigentes para preservar la escasez de divisas en el Banco Central.
Depreciación
Desde noviembre de 2017, cuando aún gobernaba Mauricio Macri (2015-2019), el billete de mayor denominación es el de 1.000 pesos, que en ese momento, aún sin ningún tipo de restricciones a la compra de divisa estadounidense, equivalían a poco más de 57 dólares.
Pero actualmente ese billete solo representa 5 dólares al cambio oficial y 2,64 en el paralelo.
Vaivenes cambiarios que se suman al constante aumento de precios, que devalúa los salarios, sujetos a actualizaciones salariales que a menudo no superan la inflación: en 2017, el índice de precios al consumidor fue del 24,8 %; en 2018 del 47,6 %; en 2019 del 53,8 %; en 2020 del 36,1 %; en 2021 del 50,9 % y en 2022 del 94,8%.
La actual divisa argentina comenzó a circular el 1 de enero de 1992 como “peso convertible”, tras la ley que, durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) fijó la paridad con el dólar, como parte de las medidas impulsadas para poner fin a la hiperinflación de 1989-1990.
La equivalencia ‘1 peso, 1 dólar’ rigió hasta 2002, cuando la grave crisis del ‘corralito’ que explotó el año anterior obligó a poner fin a esa convertibilidad. Desde entonces, las recurrentes crisis han devaluado sin parar la moneda argentina.
Ya durante el mandato de Macri, la depreciación del peso obligó al Banco Central a incorporar billetes más altos que los de 100 pesos, que durante años fueron los de más alto valor.
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