Estampida de empresas y bloqueo comercial a Rusia de las grandes multinacionales

La economía rusa se enfrenta al aislamiento más severo aprobado en la historia de Europa. El bloqueo afecta ya a todos los sectores y amenaza con dejar sin suministros a la industria rusa, especialmente la militar y tecnológica.

En este sentido, el conglomerado danés AP Moller-Maersk, dueño de Maersk Line, uno de los principales operadores de transporte marítimo de mercancías, confirmó ayer la suspensión temporal de las nuevas reservas de carga «hacia y desde Rusia», con la excepción de alimentos, suministros médicos y humanitarios. «Empezamos a ver el efecto en los flujos de la cadena de suministro global, como retrasos, detención de la carga por parte de las autoridades aduaneras e impactos operativos impredecibles», añadió la naviera, que se suma a otro gigante como es la suiza MSC.

La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos Swift, el cierre de espacios aéreos, correspondido por Moscú, y el efecto de las penalizaciones internacionales, con un desplome del rublo del 30% el lunes, hacen que las empresas no quieran asumir el excesivo el riesgo de seguir en Rusia. La congelación de activos de oligarcas y bancos rusos y su exclusión de los mercados internacionales tiene consecuencias para consultorías jurídicas y financieras, como la británica Linklaters o la estadounidense Baker McKenzie. El Fondo de Pensiones Global del Estado noruego, el mayor fondo soberano del mundo y que invierte los ingresos del gas y el petróleo en el extranjero, se desprenderá de sus inversiones en Rusia, valoradas en unos 2.709 millones de euros.

El banco ruso VTB ha avisado a sus clientes de la posibilidad de que los servicios de pago de Google y Samsung no estén ya disponibles a través de los sistemas de Visa y Mastercard y el Banco Central Ruso alerta de que las tarjetas de débito y crédito rusas ya no funcionan en el extranjero. El fabricante de camiones alemán Daimler Truck ha suspendido sus negocios en Rusia y Volvo y Land Rover detendrán sus ventas, así como Harley-Davidson, General Motors y Volkswagen, aunque otros, como Ford o Renault aún operan.

Las principales empresas de paquetería y aerolíneas han dejado de volar a Rusia, mientras Google Europe informó de que ha bloqueado las emisiones en YouTube en Europa de los medios de comunicación vinculados al Kremlin RT y Sputnik, después de haber limitado antes su acceso a publicidad. Microsoft los eliminará de su tienda de aplicaciones de Windows.

Desde principio de semana el goteo ha sido incesante. La tecnológica Meta que restringirá la presencia de la cadena y la agencia rusas en sus redes sociales, como Facebook, Instagram y WhatsApp. Twitter añadirá una advertencia en los mensajes que compartan enlaces y noticias de medios controlados por el Kremlin, de los que también tratará de reducir su circulación en la red social.

Walt Disney Company no estrenará sus nuevas películas en Rusia y Netflix confirmó que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que le obligaría a incluir una veintena de canales públicos rusos en su plataforma. La última en unirse a esta estampida ha sido Apple, que ha detenido todas las ventas de sus productos en Rusia.

El Kremlin planea destinar un billón de rublos (9.280 millones de euros) del Fondo Nacional de Riqueza durante este año a la compra de acciones en empresas rusas para intentar sostener su entramado empresarial ante la masiva salida de multinacionales.