Transporte aéreo

Aerolíneas, la agonía que no cesa: Lufthansa “sólo” pierde un millón cada dos horas y KLM hará 1.000 despidos

Norwegian, a las puertas de recibir un nuevo apoyo económico del Gobierno

Aviones de Lufthansa en el aeropuerto de Fráncfort
Aviones de Lufthansa en el aeropuerto de FráncfortRONALD WITTEKAgencia EFE

Pasan las semanas y la pandemia del coronavirus no termina. Y su persistencia perpetúa las restricciones para viajar. Y las aerolíneas boquean como los peces fuera del agua en busca de oxígeno para sobrevivir en una agonía que ha hecho temblar al sector como nunca antes. Una agonía que parece infinita. Como muestra, lo que le sucede a dos de los grandes grupos europeos: Lufthansa y KLM. El primero sigue quemando efectivo a toda pastilla. El segundo prepara otra remesa de despidos.

Lufthansa ha logrado enderezar algo su situación... si se puede decir así. La aerolínea alemana, rescatada con 9.000 millones de euros, sigue quemando un millón de euros de sus reservas cada dos horas, según reconoció ayer su consejero delegado, Carsten Spohr. Aunque sigue siendo una cantidad de lo más abultada, supone una mejora notable con respecto a abril, cuando el ritmo al que fundía sus fondos la aerolínea era de un millón por hora. Spohr explicó en una entrevista colgada en la web de Eurocontrol que la compañía ha mejorado su desempeño gracias a la contención de gastos y agarrándose al transporte de carga, con el que ha generado un flujo de caja positivo. Las compañías están recurriendo a esta división para salvar los muebles en los últimos meses. La propia Iberia ha reconvertido varios aviones de pasajeros en cargueros para lograr ingresos.

KLM

Las cosas no le van mejor a los vecinos neerlandeses de Lufthansa. KLM anunció que recortará entre 800 y 1.000 puestos de trabajo, que se suman a los 5.000 anunciados en 2020, ante el impacto de las restricciones a la movilidad en todo el mundo para frenar la propagación de la pandemia de la Covid-19. “KLM se ve obligada a ajustar aún más el tamaño de la empresa. Desde el comienzo de la pandemia de la Covid-19, hemos tomado una cantidad increíble de medidas para hacer frente a la crisis”, aseguró la compañía a través de un comunicado.

Esta decisión se basa en que la recuperación de la industria de la aviación, sobre todo para los destinos de larga distancia, está tardando “bastante más de lo previsto”, en parte debido a las continuas y nuevas restricciones internacionales y a las limitaciones de los viajes. KLM esperaba una recuperación gradual a partir de este año, algo que no está sucediendo.

Como Lufthansa, la compañía neerlandesa también ha tenido que echar mano de la ayuda pública. El Gobierno neerlandés decidió en junio inyectar 3.400 millones de euros en la aerolínea, que debía reducir a cambio sus gastos en un 15%, introducir mejoras medioambientales y renunciar a los bonos para sus directivos y al dividendo. Tras esto, la aerolínea anunció en julio un recorte de 5.000 empleos después de perder 4.413 millones durante el primer semestre del año, debido a la caída del tráfico aéreo por la pandemia del coronavirus.

Bola extra para Norwegian

Más dinero público es lo que va a recibir Norwegian para agotar otra de sus infinitas vida. El Gobierno de Noruega ha decidido apoyar y contribuir a la financiación de nuevo capital para la aerolínea, si se dan determinadas condiciones, según ha anunciado este jueves la aerolínea, que aseguró que la medida aumenta de forma “significativa” sus opciones de sobrevivir.

Norwegian lleva años luchando por su supervivencia. La compañía entró en un proceso de “Examinership” en Irlanda y una negociación de Reconstrucción en Noruega a finales del año pasado. El pasado 14 de enero, presentó un nuevo plan de negocio basado en una estructura empresarial simplificada, con un enfoque en una red de rutas europea y el cese de sus operaciones de largo radio, además de reducir significativamente su deuda. El plan se compone de una flota de 50 aviones en operación este año, que aumentará gradualmente hasta aproximadamente 70 aviones en 2022, dependiendo de la demanda y de las posibles restricciones de viaje. La deuda de la empresa se reducirá hasta ubicarse en unos 20.000 millones de coronas noruegas (unos 1.937 millones de euros) y recaudará entre 4.000 y 5.000 millones de coronas en capital nuevo (entre 387 y 484 millones de euros).

“Con un nuevo plan de negocio y una participación del Gobierno, confiamos en poder atraer inversores y superar el proceso de ‘Examinership’ y Reconstrucción. Hemos recibido un amplio apoyo por parte de partidos políticos, clientes, colegas, accionistas y socios comerciales, por todo lo cual estamos muy agradecidos, especialmente durante estos tiempos tan complicados. Además, el apoyo del Gobierno contribuirá a proteger puestos de trabajo y a mantener una sana competencia dentro del sector de la aviación”, añadió Schram.

Norwegian ya había evitado en mayo la quiebra tras lograr el respaldo de acreedores y accionistas a un plan para convertir 12.700 millones de coronas (1.163 millones de euros) de deuda en acciones. Ello le permitió acceder a una ayuda estatal de 3.000 millones de coronas (275 millones de euros), la mitad del total de un paquete al sector aéreo noruego. La aerolínea atraviesa una difícil situación financiera desde hace años, agravada en 2019 por la prohibición temporal de vuelo de los Boeing 737 MAX y los problemas con los motores Rolls Royce, y agudizada con la crisis del coronavirus.