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Eurocopa

La venganza de Willy Sagnol: Georgia se clasifica para la Eurocopa

La selección de Mamardashvili y Kvaratskhelia se clasifica para la fase final al derrotar a Grecia en los penaltis

Los geprgianos celebran la clasificación para la Eurocopa DAVID MDZINARISHVILIEFE

Hace 20 años Grecia era la sorprendente campeona de Europa después de mandar a España a casa en la primera fase, de eliminar a Francia, que era la vigente campeona continental, y de derrotar dos veces a Portugal, que era la anfitriona, una en el partido inaugural y otra en la final.

Aquel día que los griegos eliminaron a Francia en los cuartos de final, Willy Sagnol, lateral del Bayern Múnich durante muchos años, estaba en el banquillo de la selección francesa después de haber participado, aunque fuera unos minutos, en los tres partidos de la primera fase.

Han pasado veinte años de aquel cabezazo de Charisteas que eliminó a la Francia de Zidane, pero es como si hubiera una vida. Ahora Grecia verá la Eurocopa por televisión después de caer en los penaltis contra Georgia. Y en el banquillo de Georgia se sienta Willy Sagnol. El técnico francés ha conseguido clasificar a Georgia para la fase final de un gran torneo por primera vez en su historia.

Una selección georgiana que comienza con Mamardashvili y que termina con Kvaratskhelia. Pero el héroe de los georgianos fue Nika Kvekveskiri, un centrocampista de 31 años que marcó el penalti que lleva a su país de excursión a Alemania este verano. Aunque de poco hubiera servido si Mamardashvili, el portero del Valencia, no hubiera detenido un penalti a Bakasetas y Giakoumakis no hubiera tirado fuera el suyo antes del lanzamiento decisivo. No hizo falta que Grecia lanzara el quinto.

La clasificación de los georgianos, que jugaban en casa, fue aún más heroica de lo que se exige para una primera vez. Georgia sufrió la expulsión de Loira en el minuto 45. Pero no tuvo que jugar 75 minutos con diez jugadores. Una tangana acabó con la expulsión del jugador georgiano, que estaba en el banquillo.

«Creemos en nosotros y en nuestros aficionados», había dicho Kvaratshkelia antes del partido en la web de su Federación. La fe no les falta a los georgianos, que coincidieron con España en la fase de clasificación y que encajaron un 1-7 en su campo en el debut de Lamine Yamal con la selección absoluta. Pero no les dejó huella aquella goleada. Para ellos lo normal era perder con una selección tres veces campeona de Europa y una del mundo. Actual campeona de la Liga de Naciones, además. Su pelea era otra, la de la repesca. Ya había cumplido con el primer tramo dejando fuera a Luxemburgo con los ánimos de Ilia Topuria en el campo. Y es que el campeón de la UFC fue homenajeado antes del partido.

Y en el segundo asalto cumplieron de nuevo contra Grecia, entrenada por Gustavo Poyet. Los 55.000 aficionados presentes en el Dinamo Arena de Tiflis empujaron para que su selección estuviera en Alemania.

No importa que Kvaratskhelia, que andaba con problemas musculares, tuviera que ser sustituido cuando quedaban diez minutos para que acabara la final. No estaba la estrella del Nápoles para los lanzamientos de penalti, pero estaba Mamardashvili para ocupar la portería. Para parar uno y para asustar en otro. Y para que Willy Sagnol pudiera vengarse de Grecia veinte años después.