Cargando...

Supercopa Endesa

Unicaja levanta la Supercopa y demuestra ante el Madrid que está para competir por todo (80-90)

El equipo malagueño gana su segundo título de la temporada en apenas una semana. El Madrid pagó un mal arranque de partido y los altibajos que mostró en la final. Kameron Taylor fue el MVP

Tavares intenta superar la defensa de Kravish Juan Carlos CavalEFE

El Unicaja está para competir con cualquiera y en la Supercopa sumó su segundo título en apenas una semana. Ganó la Intercontinental el domingo pasado y en Murcia levantó su primera Supercopa ante el mejor rival posible, el Real Madrid. El equipo de Chus Mateo pagó su desconexión de los primeros minutos ante un rival que a estas alturas de la temporada es el equipo más en forma del baloncesto español. No hubo séptima Supercopa consecutiva para el Real Madrid. Llegó la primera para el Unicaja. Kameron Taylor (22 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) se llevó el MVP.

Transcurridos tres minutos de la final el Real Madrid no había anotado y Unicaja mandaba por un rotundo 0-12. El tiempo muerto de Chus Mateo fue la primera gran bronca de la temporada y sólo Garuba fue capaz de responder al entrenador con unas palmas y un desesperado "falta mucho, falta mucho". Quedaba todo el partido por delante, pero la situación del Madrid se agravó un poco más porque el Unicaja de los primeros minutos se empeñó en mostrar muchas de sus virtudes. En el juego coral del equipo de Ibon Navarro pueden brillar muchos elementos y los primeros en hacerlo fueron dos de sus exteriores, Perry y Taylor. El vértigo del ataque de los malagueños estaba acompañado por el acierto así que el Madrid miró el marcador y se encontró 17 puntos abajo (13-30). El alivio era que se trataba sólo del primer cuarto y que el escenario era imposible que fuese a peor.

El Madrid tuvo el mérito de no alterarse y no querer remontar por la vía rápida. Las toneladas de experiencia que acumula Chus Mateo en su plantilla fueron el mejor argumento para que su equipo se enganchara a la final poco a poco. En el segundo cuarto los blancos cuidaron mucho mejor el balón. Sólo añadieron una pérdida más y con el paso de los minutos fueron capaces de bajar las revoluciones del Unicaja. Entre el rebote ofensivo y la defensa, el Madrid normalizó la final. Llull, Deck y Musa empezaron a anotar con regularidad, especialmente desde el tiro libre, y la desventaja comenzó a reducirse de manera paulatina. La intensidad que aportó Ndiaye saliendo del banquillo fue el clic que necesitaba el equipo para que la final volviera a empezar. "Hemos estado exageradamente blandos atrás. Es difícil tener algo ritmo de ofensivo si atrás no podemos parar ninguna y cuando hemos sido más agresivos y nos hemos empleado con más energía hemos entrado en el partido", comentaba Chus Mateo en el descanso en Movistar +.

Unicaja demostró en el tercer cuarto que no necesita fuegos artificiales como los del arranque para competir con cualquiera. Los malagueños fueron más consistentes, no tuvieron tantos altibajos, Sima sacó de quicio a Tavares y la escapada resultó bastante más inquietante para el Madrid, que se echó en brazos de Campazzo (47-61). El argentino fue el único capaz de responder al esfuerzo coral de los andaluces. Chus Mateo decidió que pese a que el "Facu" era el que sostenía todo el andamiaje del equipo debía darle un descanso porque llevaba más de 23 minutos en pista. Con Feliz en a los mandos, el Madrid llegó vivo al tramo decisivo (61-68). Y si Ndiaye fue el que aportó intensidad antes del descanso, esa misión correspondió a Garuba en el último parcial. Pocos son capaces de aportar una temperatura al juego como el canterano que se ha pasado tres años en Estados Unidos. Su esfuerzo devolvió al Madrid a la final (68-72), pero el gasto había resultado excesivo y Unicaja estuvo mucho más fresco cuando la claridad de ideas era lo más importante. Los malagueños encontraron un triple de Kalinoski, otro de Taylor y el Madrid se quedó sin capacidad de respuesta (75-84). El último arreón del Madrid no fue más allá de divisar a cuatro puntos al Unicaja en el último minuto. Una falta en ataque de Campazzo forzada por Alberto Díaz firmó la primera Supercopa para el Unicaja.

80. Real Madrid (19+26+18+17): Campazzo (19), Rathan-Mayes (2), Musa (8), Garuba (6) y Tavares (7) -quinteto titular- Abalde (3), Deck (13), Feliz (6), Llull (12), Ibaka (3) y Ndiaye (0).

90. Unicaja (32+17+19+22): Perry (16), Kalinovski (10), Taylor (22), Osetkowski (2) y Sima (12) -quinteto titular- Ejim (4), Kravish (6), Djedovic (5), Barreiro (5), Carter (2), Díaz (2) y Tillie (4).

Árbitros: Peruga, Manuel y González. Sin eliminados. Técnicas a Tavares, Ibon Navarro y Perry.

Incidencias: 7.454 espectadores en el Palacio de los Deportes de Murcia.