Los de Vallecas pierden una oportunidad para respirar un poco y pierde, además, a Raúl de Tomás para las dos próximas jornadas.

La esperanza de la salvación estaba en la posibilidad de hundir al enemigo más cercano, pero Rayo y Huesca no hicieron nada por escapar de la zona de descenso. El partido terminó como empezó y los dos equipos, un poco más cerca de Segunda de lo que estaban al comienzo.

El Rayo hizo un poco más. Marcó De Tomás, hasta que el VAR lo corrigió. Y Pozo mandó un remate al palo en el comienzo de la segunda mitad. Pero el equipo de Paco encontró la manera de marcar y la sensación de angustia se fue apoderando poco a poco de los futbolistas. Santamaría, el portero del Huesca, tuvo mucha responsabilidad del cero final del Rayo en el marcador. Ha tardado el equipo oscense en encontrar al hombre adecuado para cerrar su portería, pero lo ha hecho con seguridad. Santamaría responde siempre, a pesar de la presión del momento.

Porque la angustia afectaba también a los jugadores del Huesca, que tuvieron sus oportunidades en los últimos minutos con el mismo éxito que los rayistas. Etxeita y Enric Gallego estuvieron más cerca que ninguno, pero tampoco acertaron. En los últimos minutos la sensación era la del final de una eliminatoria de Copa. Sin centro del campo. Todo se jugaba en las áreas, pero el gol no aparecía.

El Rayo pierde una oportunidad para respirar un poco y pierde, además, a Raúl de Tomás para las dos próximas jornadas. El delantero vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar entre semana contra el Sevilla. Por contrato no podrá estar en Vallecas el domingo contra el Real Madrid.