Eurocopa

«Tranquilo, si vamos a ganar». España repite el camino de la selección que ganó la Eurocopa en 2008

César Mendiondo, segundo entrenador de Luis Aragonés en 2008, recuerda las palabras que le dijo Xavi antes de la final y habla de las similitudes con la selección actual

Luis Aragonés, con la Eurocopa de 2008
Luis Aragonés, con la Eurocopa de 2008Agencia AP

España va siguiendo los pasos de la selección que ganó la Eurocopa en 2008 con Luis Aragonés en el banquillo. Ha acabado la fase de grupos con tres victorias y se permitió dar descanso a los titulares en el último partido contra Albania, como Luis hizo en 2008 contra Grecia. Una decisión que permite descansar y ayuda al buen ambiente de la concentración.

«Es lógica pura, para eso lo hacen los entrenadores, porque este es un campeonato corto. Imagínate que hay once jugadores que no van a participar, porque muy pocos de los que salieron van a tener otra oportunidad, a no ser que haya lesiones o sanciones. De la Fuente tiene muy claro en su cerebro el once que ha conseguido», explica César Mendiondo, que era el segundo entrenador de Luis Aragonés en 2008.

Desde la distancia, ahora ejerce como comentarista en Onda Madrid, encuentra varias similitudes entre aquella selección y la que dirige Luis de la Fuente. «Hay paralelismos», dice. «No sé si es mi subconsciente o que quiero creer que es así, pero empiezan con pocas expectativas, se va jugando cada vez mejor, empiezan a coger confianza, los resultados son buenos y a partir de ahora la gente dentro de la concentración empieza a creer», dice. Eso fue lo que les sucedió a ellos en 2008.

El ambiente de aquel grupo también recuerda al de ahora. Aunque las similitudes alcanzan también a otras selecciones exitosas que llegaron después. «Lo puedo relacionar con la de 2012, porque había esa sensación de buen rendimiento, de tener esa iniciativa, ese control de juego, ese buen juego durante determinadas fases, similar al que se está teniendo ahora y la cohesión, la familiaridad del grupo, que resalta en todas las declaraciones, en los comportamientos de los jugadores», afirma Javier Miñano, preparador físico de la selección que ganó el Mundial 2010 y la Eurocopa dos años después.

El juego de España ahora también recuerda más a la selección de 2008 que a cualquier otra que haya llegado después. «Lo de Torres y Villa era impresionante. Corrían al espacio que era un gusto. No teníamos ese desborde que tenemos ahora con Nico o con Lamine, pero lo suplíamos con esas llegadas vertiginosas que cada vez que robábamos en el centro del campo Xavi o Iniesta enganchaban con Torres y con Villa a toda velocidad. Jugábamos de manera bastante vertical», recuerda Mendiondo. «El objetivo no era dormir el balón sino llegar rápido a la portería contraria, que es lo que veo que De la Fuente está recuperando. Porque Luis Enrique, con todos mis respetos, durmió el juego de la selección, además con el riesgo de que te roben y que te contragolpeen», añade César.

España acumula buenos resultados y buenas sensaciones y, como sucedió en 2008, la euforia crece. «Te entra por las ventanas de la concentración, los periodistas te cuentan cosas, tú ves en el telediario cómo ha sido el anterior partido, la cantidad de gente que ha salido a la calle y todo eso te va poniendo nervioso, pero a la vez te vas sintiendo muy bien y confiado. Cuando los jugadores llegan a este nivel están preparados para todo», afirma.

A aquella Eurocopa, España había llegado después de pasar por momentos complicados. Se había clasificado en la repesca y las expectativas no eran demasiadas, pero poco a poco fueron cargándose de confianza. «Luis entendía muy bien la mente del futbolista, les iba diciendo ‘‘crean en ustedes, que les ha llegado el momento’’, se lo repetía cuando se los cruzaban en la comida, cuando íbamos a entrenar, no paraba de decírselo, porque sabía que los jugadores estaban empezando a creerse mejores, a creerse buenos. El grupo empieza a creer y poco a poco se genera una confianza que no existía», explica Mendiondo..

«Luis les dijo “y si yo no gano este campeonato con estos jugadores soy una puta mierda de entrenador”. Y los jugadores se lo creyeron. «Yo recuerdo que en la final me subí al autocar y me senté al lado de Xavi y le dije “¿qué, cómo estás?” y me dijo “tranquilo, estoy muy tranquilo. ¿Y tú?”. Y le dije “pues yo estoy muy nervioso, Xavi”. Dice “tranquilízate, si vamos a ganar”. Y me quedé más tranquilo que nada. Xavi estaba como si no pasara nada, un fenómeno», dice. Y ganaron.