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Nadal: La peor derrota de la temporada

Rafa asume que jugó «realmente mal» ante Shapovalov, que le superó en tres sets y le privó de la lucha por volver al número «1»

Rafa lamenta su derrota ante Shapovalov
Rafa lamenta su derrota ante Shapovalovlarazon

Rafa asume que jugó «realmente mal» ante Shapovalov, que le superó en tres sets y le privó de la lucha por volver al número «1».

«Probablemente sea la peor derrota de la temporada para mí, sin ninguna duda. Jugó bien, yo jugué realmente mal. Cuando suceden este tipo de cosas, lo único que puedes hacer es desearle lo mejor al rival. Quizá sea la peor derrota del año porque he perdido ante un jugador de ranking más bajo». Lo dijo Rafa Nadal después de perder con Denis Shapovalov (3-6, 6-4, 7-6(4)) en tercera ronda del torneo de Montreal, sexto Masters 1.000 de la temporada.

Sinceridad y autocrítica del manacorí que ve como se esfuman sus opciones de ser el número «1». Tendrá que esperar a la próxima semana en Cincinnati (Estados Unidos), donde tampoco estará Murray, para llegar a lo más alto del escalafón. Con permiso, además, de Roger Federer que será el enemigo a batir por volver a la cima tenística.

Una cima de la que Rafa se bajó en julio de 2014 para comenzar una travesía en el desierto en la que las lesiones le relegaron en el ranking. Hasta que hace dos meses, París y Roland Garros le devolvieron a la senda del triunfo. Desde entonces ha tenido altibajos, pero su juego cobró la fuerza y la regularidad necesaria para competir con los mejores y volver a acariciar el número «1». La derrota en Wimbledon ante el luxemburgués Muller en un épico partido en cuartos de final, que se resolvió en el quinto set, fue un pequeño mazazo. Ese día, como ahora ante el canadiense Denis Shapovalov, las apuestas se inclinaban a favor de Rafa porque los rivales eran muy inferiores en juego y lógicamente en el ranking.

Sin embargo, un mal día lo tiene cualquiera. Y Rafa Nadal lo asume con naturalidad. No pone peros al traspié y reflexiona en voz alta. Sabía que el torneo sin Djokovic, retirado a los cuarteles de invierno en busca de la resurrección física y mental, y Murray, con problemas en forma de lesiones, era una gran oportunidad para él. «Siempre es duro, pero el cuadro no era imposible después de todos los resultados que se han venido dando. Ha sido un error importante por mi parte», indicó.

En un vibrante tercer set entre los dos jugadores zurdos, el balear fue incapaz de convertir sus seis puntos de rotura. Después, vio desvanecida una ventaja de 3-0 en el «tiebreak» del set definitivo. Era su cuarta derrota consecutiva en un desempate decisivo. La suerte estaba echada.

El joven jugador canadiense de 18 años se tiraba al suelo, celebraba su triunfo con rabia y miraba a un compungido Nadal. Habían pasado dos horas y cuarenta y cinco minutos y Rafa se quedaba a dos victorias de volver a ser el más grande en las estadísticas. 3-6, 6-4 y 7-6 (4) son los números que explican que el español ganó el primer set, pero que sucumbió en los otros días ante un zurdo como él porque su juego no fue consistente.

«Ha jugado bien los puntos de rotura. Ha logrado algunas líneas. Una vez con 15-30, ha logrado un ‘‘ace’’ de segundo saque abierto. Después, ante un buen resto, ha conectado una derecha ganadora a la línea. No es sencillo. A pesar de este tipo de detalles, he cometido muchos errores en puntos importantes», añadió.

Siempre caballero en la derrota, Nadal alabó a su rival. «Sólo podía sacar cosas positivas. Si perdía había jugado un buen partido, era bueno para él. Si perdía en dos sets ya había completado un buen torneo. Si ganaba, increíble. Le doy la enhorabuena», concluyó el actual ganador de Roland Garros.