Tenis

Nadal y la búsqueda del merecido final feliz

Habló un Nadal triste, reflexivo, realista, optimista y también reivindicativo para anunciar que no va a Roland Garros y que para para intentar darse una oportunidad en 2024

18 May 2023, Spain, Manacor: Spanish tennis player Rafael Nadal reacts during a press conference at the Rafa Nadal Academy in Manacor. Record winner Rafael Nadal will miss this year's French Open because of a hip injury, he said on Thursday, also suggesting 2024 will be his last year as a professional tennis player. Photo: Clara Margais/dpa 18/05/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
Rafa Nadal, durante la comparecencia en su academia en ManacorDPA vía Europa PressEuropa Press

Rafa Nadal está a punto de hablar y le tiembla un poco la voz. Es duro lo que tiene que decir, pero, según explica, las señales de su cuerpo eran inequívocas y tenía que parar o iba a ser peor. Y mira que durante su carrera ha peleado contra el dolor muchas veces...

Son tres mensajes los que tiene que mandar desde su Academia en Manacor con esa voz medio rota y con el tono bajo. Mensaje uno, el esperado: no va a estar en Roland Garros 2023. La lesión en el psoas ilíaco que se hizo el pasado 18 de enero en Australia no ha evolucionado como esperaba. El primer pronóstico era de seis a ocho semanas, pero no había mejoría. Cambió hasta de tratamiento, siguió entrenando, pero ni con uno ni con otro ha sido posible. Ha ido teniendo que decir que no a Doha, Dubái, Indian Wells, Miami y, lo más duro, porque el primer objetivo marcado era reaparecer en la gira de tierra batida, Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y Roland Garros, lo doloroso de verdad porque era el gran reto.

El temor del mundo del deporte y de los aficionados era que su comparecencia fuera más allá de eso. Entonces lanzó el segundo mensaje: "Necesito poner un punto y aparte". Y a continuación muestra la cara B de los deportistas, que salen sonrientes en las fotos cuando ganan, pero que tienen una vida aparte de la raqueta, en esta ocasión, que en el caso de Nadal ha tenido turbulencias los últimos tiempos. "No tengo intención de seguir jugando por los siguientes meses. Aunque los resultados han sido buenos, en mi día a día el nivel ha sido muy bajo. Estos últimos años, después de la pandemia sobre todo, ha sido difícil, me ha costado tener una continuidad en todos los sentidos, sobre todo por culpa del físico, y cuando uno no puede hacer parte de su vida bien, se traslada a lo personal. Aunque ha habido victorias, la realidad del día es distinta", desvela. Su épico triunfo en Australia, con la inolvidable remontada ante Medvedev, o su victoria en Roland Garros 2022 cojo prácticamente sólo eran una parte de su vida.

Viene a decir el zurdo que en un momento dado las victorias eran lo único que le quedaba, porque entrenar era una tortura, cuando podía hacerlo, ya que fue sumando la lesión en la costilla, la rotura abdominal, la eterna del pie que le hacía levantarse cojo muchos días, el psoas en enero... Como pese al esfuerzo no veía mejoría, al final ganar termina no siendo suficiente y eso que en lo personal está "en un buen momento con el nacimiento" de su "primer hijo". Su físico, reconoce, ha sacado "la bandera, no le puedes ir exigiendo más y más": "Me ha dicho hasta aquí, veremos hasta cuando". Porque el mensaje número tres es el de la esperanza: "Voy a intentar poner mi cuerpo en forma, no voy a poner una fecha de regreso. Podría ser un objetivo llegar a final de año y jugar la Copa Davis si me siento capacitado y el capitán lo ve, con intención de hacer el año que viene la que creo que será mi última temporada".

Es Nadal en el momento en el que habla un hombre triste, pero reflexivo: «No hay que hacer dramas, en la vida a veces las cosas no salen como uno espera», afirma. «Todo tiene un principio y desgraciadamente todo tiene un final, y yo sólo soy uno más de los finales de estos deportistas, artistas, actores... Todos los que han destacado en alguna faceta. El año que viene se acaba una etapa en la que he sido feliz, y empezará otra en la que no tengo por qué ser menos feliz», añade. "Los torneos se mantienen, son los jugadores los que pasan, es ley de vida", continúa. También es un hombre realista y dice que lo del final del camino en 2024 es pura lógica: "No sé lo que va a pasar en el futuro, pero no creo que mi cuerpo vaya a estar bien por arte de magia. Posible todo es posible, pero improbable también. Por eso he dicho que ‘mi intención’ es retirarme el año que viene".

Junto con todo lo anterior, es Rafa una persona optimista: "Quiero darme la oportunidad de volver a competir". Por eso ahora parará y hará esos planes que no ha podido hacer los últimos 20 años, pero después lo va a volver a intentar: "No merezco terminar así en una rueda de prensa". Pese a que va a ser un año sin competir y pendiente de cómo evoluciona su cuerpo, se ve poniendo fin a su carrera "en una pista", sintiéndose "competitivo, luchando por ganar partidos, por ganar torneos grandes", como ha hecho durante toda su carrera. "Por eso voy a seguir, sea viable o no", insiste. La rabia que le da es que el parón lo ha decidido su cuerpo, no él, porque tenísticamente se encontraba bien y ha perdido este curso.

"No pretendo ser ejemplar"

RAFA NADAL

También se vio a un Nadal reivindicativo que reniega en parte de todo lo que se dice de él, de que siempre se le ponga como ejemplo de todo, para bien o para mal. «Uno tiene que hacer las cosas como las siente. Si soy ejemplo lo soy y si no, no. No pretendo ser ejemplar, hago las cosas que creo que están bien desde mi punto de vista, desde mi ética, y la ética es diferente para cada uno. El saber parar... Tampoco quiero ser ejemplo por saber parar demasiado pronto, prefiero tarde porque si no creo que nos hacemos débiles mentalmente. La salud mental es vital y hay que tratarla con profesionales, pero también creo que la tenemos que entrenar: si a la mínima paramos porque no nos podemos quemar, lo que estamos fomentando es la frustración y si nos frustramos somos menos felices. Para parar uno tiene que haberse dado muchas oportunidades, creo que esto es lo correcto». Y él quiere darse otra más para el último baile.