Tenis

Nadal y Alcaraz empatan en el último partidillo antes de debutar ante Países Bajos en la Copa Davis, la última competición de Rafa

El ganador de 22 Grand Slams parece preparado, pero David Ferrer, el capitán, debe decidir si juega un punto individual (o lo hace Roberto Bautista) o el dobles junto con Granollers

GRAFAND4826. MÁLAGA, 18/11/2024.- Los tenistas españoles Carlos Alcaraz (i) y Rafa Nadal se saludan tras el entrenamiento previo a las finales de Copa Davis, este lunes en Málaga. EFE/Jorge Zapata
Nadal y Alcaraz se abrazan después de su entrenamiento en el Martín CarpenaJorge ZapataAgencia EFE

La semana en la que Rafa Nadal colgará la raqueta comienza con la incertidumbre propia de la misma Copa Davis, con el añadido de la retirada de la leyenda. Para empezar, no se sabe si el de mañana martes será el último partido del balear o si habrá más, en caso de que España elimine a Países Bajos en los cuartos de final (desde las 17:00, Movistar+). Carlos Alcaraz dijo en Turín que la despedida de Nadal era todavía más importante que el propio torneo centenario, que se disputaba todos los años, pero Nadal quiere que el foco se ponga en el título. Primero, la competición, el grupo; después, el adiós. «No estoy aquí para retirarme, estoy para ayudar al equipo a ganar», aseguró el jugador que ha levantado 22 Grand Slams. «La despedida no tiene por qué generar ninguna importancia. No nos tiene que distraer. La habrá, porque las cosas en la vida tienen un principio y un fin, pero en la cabeza de todos lo importante es la Copa Davis», añadió.

¿Individual o dobles?

Es más, todavía no se sabe si jugará uno de los individuales o el dobles. David Ferrer asegura que lo decidirá el mismo día de los partidos. Lo único seguro es que Carlos Alcaraz disputará un punto como número uno, contra Griekspoor, y Marcel Granollers será, lógicamente, uno de los integrantes del dobles.

Todo incertidumbre, de momento. Pero todo, todo, porque mientras Rafa hace el último entrenamiento en el Martín Carpena, se prueban los marcadores, el ojo de halcón, la cámara Spider... Para ir a la sesión, al moverse las cortinas de acceso a la grada, entra demasiada luz y molesta hasta en la pista. Acaban cerrando ese acceso. «No vamos a permitir que Rafa entrene así», dice un miembro de seguridad. Aunque Rafa no quiera, todo gira a su alrededor, y su último examen lo quiso hacer con Carlos Alcaraz, que dice que ya tiene olvidado el resfriado que le limitó en las ATP Finals, y que quiere ganar por España y por Nadal. Con lo que no parece contento es con algo de la pista. Se queja a Juan Carlos Ferrero durante su partidillo con Rafa. Después del calentamiento, intentan jugar un set que el murciano arranca del revés: break del balear. Después, retoma el mando y consigue igualar el choque.

Ha sacado bien Nadal. Es el golpe que más le inquieta por sus problemas en el abdominal. Lo que no cambia es su forma de sudar, la camiseta empapada hasta el último día, hasta el punto de tener que pedir una toalla a Pedro Martínez, que acaba de machacarse con Roberto Bautista. «Bravo», le concede Alcaraz a su ídolo después de una volea. Por lo demás, de amistosa tiene poco la confrontación, cada uno con su entrenador, Ferrero y Moyá, y con el capitán, David Ferrer, que alterna con uno y otro. Apenas se hablan por alguna bola dudosa. Su hora se ha acabado y Nadal gana 4-3. «Saca otra vez», le dice. El gen competitivo de siempre, un último intento de acabar con un break, pero Carlos no falla, y el medio set acaba en tablas.

Nadal parece preparado para jugar el individual, pero es complicado que haga doblete, por tanto el que habrá pasado mala noche pensando la decisión, pensando si quien se mida a Van de Zandschulp para abrir la eliminatoria será él, pese a que el último partido oficial que disputó fue en los Juegos Olímpicos de París, en tierra batida (después participó en la Six Kings Slam) o Bautista, que parece en forma.

Finales de película

«Los finales de película son más para películas americanas, yo hace tiempo que me di cuenta de que no tendría uno de estos. Mi despedida va a ser la que vaya a ser, y sería fantástico tener al equipo competitivo e intentando ganar otra Copa Davis. Aparte de una despedida bonita para mí, sería para todos», insiste Rafa. Primero, la Davis. Después, el adiós.