Tenis

Diez momentos con Nadal: un dedo roto, la foto con Phelps, una "esponja" para recibir consejos...

La carrera de Nadal llega a su fin en la Copa Davis de Málaga. Miguel Díaz, Feliciano López, el doctor Cotorro, Javier Piles, Carla Suárez, Tommy Robredo, Álex Corretja, Emilio Sánchez Vicario, Xavi Segura, Pato Clavet y Pedro Clar recuerdan diez momentos vividos con el balear que definen su paso del niño a la leyenda

Rafa Nadal of Spain gestures during training session before Davis Cup at Martin Carpena Pavilion stadium on November 16, 2024, in Malaga, Spain AFP7 16/11/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
Rafa Nadal, durante un entrenamiento para la Copa Davis de Málaga, en la que pone fin a su carreraAFP7 vía Europa PressEuropa Press

La historia de Rafa Nadal como tenista llega a su fin en la Copa Davis de Málaga (mañana, España juega los cuartos de final contra Países Bajos). Son 23 años en los que ha ganado 92 títulos, 22 de ellos Grand Slams, ha sido número uno del mundo durante 209 semanas y se ha convertido en uno de los deportistas más destacados de la historia. Este es un repaso de todo ese tiempo, con momentos personales contados por la gente que lo ha acompañado.

Miguel Díaz: “Y ganó el niño con un dedo roto”

Esta es una historia del Rafa chaval, mucho antes de la leyenda, contada por el actual presidente de la Real Federación Española de Tenis. “En el año 2000 yo era presidente del Club Internacional de Tenis de Majadahonda. Ese año, en nuestras instalaciones, se celebró el Campeonato de España Infantil, el Trofeo Manuel Alonso, quizás nuestro torneo juvenil más emblemático. Poco antes de la final, alguien me comentó que uno de los chicos se había roto un dedo de la mano con la que jugaba al tenis. Lo primero que pensé es que aquello era una 'faena' y que difícilmente aquél accidente le iba a permitir disputar el partido con garantías. Eso pensé. La final la jugaban dos chavales de Mallorca y el que la ganó fue el que tenía un dedo de la mano roto. Ese chico era Rafael Nadal, que superó a Tomeu Salvá, su inseparable amigo en las pistas y fuera de ellas. Esa anécdota nos da la dimensión de la fuerza, el compromiso y la tenacidad de un campeón inigualable como él. Por cierto, años después, en el Mutua Madrid Open, nos encontramos y me dijo: 'Miguel, ¿sabes que aquel dedo roto me sigue provocando molestias de vez en cuando?'".

Feliciano López: “Tú gana, yo me encargo del resto”

2004 fue el primer gran año de Nadal como profesional, con la conquista de la Copa Davis en Sevilla, pero antes hubo que pasar una primera ronda durísima en la República Checa, eliminatoria que recuerda Feliciano López. “Era su debut en Copa Davis. Primera ronda, en la época en la que el país anfitrión ponía superficies bastante hostiles. Los primeros espadas eran Ferrero, Moyá... Algunos se caen, y acabamos yendo Rafa, Tommy Robredo, Beto Martín y yo, a jugar con Jiri Novak, Stepanek y un Berdych muy joven. Rafa tenía muy poco bagaje en el circuito, era su segundo año, esto era febrero. Había ganado un torneo en Sopot y había jugado en indoor y en moqueta a lo mejor uno o dos torneos en su vida como mucho. El primer día deciden los capitanes que juegan Tommy y Rafa. Rafa pierde fácil con Jiri Novak, Tommy gana a Stepanek y el doble al día siguiente lo pierden Tommy y Rafa. El último día los capitanes deciden ponerme a mí contra Novak, porque yo tenía un cara a cara muy bueno con él y Tommy nunca le había ganado. Entonces, resulta que una hora antes del partido, nos enteramos de que no juega por lesión y meten a Berdych. Recuerdo como si fuera ayer que cuando íbamos a la pista caminando yo y el capitán, veo que viene Rafa corriendo hacia mí como una exhalación, al esprint, literalmente. Lo veo venir, me asusto: '¿Qué pasa, Rafa'. 'No, no, no tranquilo, sólo vengo a decirte una cosa: Mucha suerte -no sabía ni cómo decírmelo- y hazme el favor de ganar este partido, que del resto me encargo yo'. No se me olvidará en la vida: acababa de debutar en Copa Davis y había perdido sus dos partidos en una superficie que en aquel momento era muy complicada para él, una moqueta de goma rapidísima, de estas que hoy no existen; tenía todo en contra, pero estaba convencido de que el quinto punto lo iba a ganar. Y así fue, venció a Stepanek y demostró la mentalidad que tenía ya con 17 años”.

Doctor Cotorro: “Se puso las plantillas y a correr”

En 2005, Nadal sufrió una mala noticia por una lesión crónica, el síndrome de Muller-Weiss, en el pie izquierdo, que amenazó con acabar con su carrera recién comenzada. No lo hizo, pero sí tuvo que lidiar con ella todo el tiempo. Su médico ya era el doctor Ángel Ruiz-Cotorro. “Había muchos interrogantes en ese momento, y después de escuchar a mucha gente y de analizar mucho las cosas... Me sorprendió más en aquella época, porque no lo conocía tanto; después ya se ha visto que Rafa es Rafa. Pero después de esta situación delicada, habíamos hecho un planteamiento del tratamiento, que incluía, entre otras cosas, unas plantillas que le iban a ayudar a mejorar. Llegó el momento de ponerse las plantillas, una persona que estaba llena de incertidumbre, pero que confiaba en lo que le habíamos comentado. Y una vez que se las puso, salió corriendo como hace habitualmente en la pista, de la nada, para probar. Ya había cambiado el chip y como que dijo: es igual que me duela, así tengo que jugar. Él creo que lo estaba viviendo interiormente, estaba esperando esas plantillas, y cuando llegaron dijo: 'Con esto tiro para adelante'”.

Javi Piles: "Deseando que llegue mañana y probar lo que me has dicho"

Un año después de la Davis, Nadal ganó su primer Roland Garros, en 2005, y se instaló como dos del mundo, detrás de Roger Federer, lo que no cambió sus ganas de aprender, como rememora Javier Piles, que era el entrenador de David Ferrer. “Debía ser 2006 o 2007, David ya estaba “top 10” y Rafa número dos. Estábamos en Montecarlo y salíamos a cenar cerca del hotel, Toni, Rafa, David y yo. En esa época estaba machacando el tema del saque y le estaban metiendo mucha crítica, que necesitaba mejorarlo para ser número uno consolidado. Entonces, él estaba buscando alternativas y escuchando consejos. Recuerdo que le di un par de tips en la cena de lo que podía hacer para intentar mejorarlo. Y al cabo de un rato me dijo: “Sólo tengo ganas de irme a dormir para levantarme mañana por la mañana y probar lo que me has dicho”. Y yo pensé, este chaval, vaya esponja de información para las cosas que le pueden ayudar. Era el dos del mundo, y escuchaba lo que le decía yo y lo que le podía decir bastante gente. Luego se consagró como número uno”.

Carla Suárez y Tommy Robredo: "Le acabé haciendo de fotógrafo"

Al número uno llegó Rafa en un 2008 impresionante. Volvió a derrotar a Federer en Roland Garros y lo destronó en Wimbledon. Fue a los Juego de Pekín y un día después de su oro lideró el ranking por primera vez. Ya era una estrella global del deporte. En esos Juegos una de sus compañeras era Carla Suárez. “Aunque todavía era muy joven, Rafa ya era una figura reconocida en todo el mundo, un icono del deporte. En la Villa, íbamos a comer o cenar con él, la situación se convertía en una auténtica odisea. Muchísima gente le rodeaba para pedirle autógrafos y fotografías. Era algo constante y a lo que no todo el mundo se acostumbraría. Me sorprendió la naturalidad con que asumía la situación, y nunca tenía un ‘no’ por respuesta. Siempre lo tomaba con amabilidad hacia los demás. Sacrificaba el cenar algo más tarde, o incluso dejar que la comida quedara fría, para agradar a las personas que se acercaban a él con admiración”, recuerda Carla, y añade Tommy Robredo: “Llegamos a Pekín los dos desde Estados Unidos en el mismo avión, y estuve dos o tres días con el siguiéndole todo el día. La cantidad de deportistas megafamosos que le llegaban a pedir autógrafos, y siempre se paraba y hacía la firma, la foto... Al final acababa yo siendo el fotógrafo... Un día, comiendo, ya estábamos con todo el equipo, y vino un señor a pedirnos un autógrafo acompañado de otro muy alto con una gorra, y justo cuando nos lo pidió le dijimos que estábamos comiendo, que viniera en otro momento, pero nos dimos cuenta de que era Michael Phelps, que llevaba no sé cuántos oros ya en esos Juegos. Entonces le dijimos que sí a cambio de que él se hiciera una foto con todos nosotros”.

Álex Corretja: “Lo siento, capi no volverá a ocurrir...”

En la Copa Davis de Málaga se despide el tenista balear. Es una competición que le ha dado muchos momentos de gloria y en la que algunos capitanes, como Álex Corretja, pudieron comprobar de cerca por qué Nadal ha sido lo que ha sido. “En 2013, nos jugamos la permanencia con Ucrania y él venía de Nueva York de ganar el Open USA. Viajó un martes, llegó el miércoles a Madrid y tenía entreno por la tarde con Pablo Carreño. Pablo le tira la pelota, Rafa golpea de derecha, entonces tira un poquito el cuerpo para atrás, y con la altura de Madrid, etc., se le va como dos metros fuera, y Toni Nadal, que estaba a mi lado, le dice: 'Rafael, no tires el cuerpo hacia atrás'. ¡En la primera pelota del entreno! Me quedé flasheado, le dije a Toni: 'Deja al chaval, es la primera bola y casi acaba de salir del avión'. Y me contestó: 'Ha tirado el cuerpo para atrás, me da igual que sea la primera bola o la octava, si lo hace mal le tengo que corregir'. Ahí es donde entendía mucho la disciplina que le intentaba inculcar a Rafa desde el minuto uno. Y luego en esa eliminatoria, Rafa jugaba con Stakhovsky, iba ganando 6-0 y 3-0 y tenía un poco de bajón físico y me dijo que estaba un poco cansado, pero que no me preocupara que iba a salir bien. Entonces, con 3-0 él saca y la primera derecha la tira fuera, 0-15; la siguiente la tira a la red, 0-30, y él como que se arenga un poco: 'Venga, va, concéntrate'. Remonta ese juego, se pone 4-0, rompe al siguiente, y cuando se sienta en la silla con 6-0, 5-0 me dice: 'Lo siento capi, es que me he relajado porque me he dejado ir un poco, pero no volverá a ocurrir, no te preocupes'. El partido acabó 6-0, 6-0 y 6-4. Para mí esto demuestra lo que ha sido Rafa Nadal, que trataba cada punto como si fuera el último”.

Emilio Sánchez Vicario: “Haré lo que me digas”

Otro de sus capitanes en la Davis fue Emilio Sánchez Vicario. “Rafa era bastante intenso cuando lo conocí y yo le expliqué que si estaba en pista con él, no iba a estar para darle la bebida, que intentaría 'jugar' el partido con él para ayudarle. Y me contestó: 'Cuando estoy jugando estoy a veces nervioso, rabioso, enfadado, sin memoria, tenso, triste y con muchas emociones que no me dejan jugar, así que haré todo lo que me digas'. Me quedé atónito y pensé: 'Es de otra pasta'. Mostró que era un jugador muy entrenable, con empatía con sus equipos y siempre con esa mentalidad de mejorar”.

Xavi Segura: “Ahí estábamos Rafa y yo haciendo el perrito...”

La Davis era momento de competir y también de divertirse, como recuerda el encondador del equipo, Xavi Segura. “En las eliminatorias ha habido convivencia con él y me quiero centrar en una época en la que nos lo pasábamos muy bien con el equipo, tanto Rafa como Carlos Moyá, David Ferrer, Juan Carlos Ferrero... Que era a los que más les gustaban jugar a la videoconsolas. Tenían un juego de fútbol que se traían a todas las eliminatorias de Copa Davis. Normalmente los equipos solían ser Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero contra Rafa Nadal y yo. Creo que solíamos perder más, y por perder teníamos apuestas, por ejemplo, bajar a la recepción del hotel haciendo el perrito: entonces estábamos ahí Rafa y yo por la recepción y el hall del hotel haciendo el perrito mientras los otros se reían. Putaditas así de chavales cuando están en un equipo. Después, cuando pasó la época de Moyá, se dejó un poco de jugar, y Rafa se la seguía llevando y me cogía a mí como 'víctima' para él mejorar su juego e iba practicando conmigo”.

Pato Clavet: "Tú sí has podido pelotear con Rafa, yo no..."

Con Nadal ya como estrella mundial, nunca perdió el respeto por compañeros, rivales, aficionados, por su deporte... Como recuerda Pato Clavet. “Por edad no coincidí. Cuando yo me retiré en El Espinar el ganó ese torneo, así que casi que nos cruzamos, pero después he tenido relación con él en mi faceta de entrenador. Siempre que he coincidido con él ha tenido un comportamiento y una actitud espectacular conmigo y con mi familia. Cuando estaba entrenando a Belluci, en el Open de Brasil cuando se jugaba en Río, viajé con mi mujer y mi hijo que tenía como diez años o así, quedamos un día para entrenar con él y le dije a Carlos Costa [su mánager], que es coetáneo mío, que si les importaría que estuviera mi hijo viendo el entrenamiento, dijo que se lo decía a Rafa pero que no habría ningún problema. Y no es que se metiera, es que estaba en la pista recogiendo las bolas, como si fuera uno más del grupo. Luego en un Mutua mi hijo también se metió con él y pegó unas bolas y siempre le digo: “Joder, tú has pegado unas bolas con Rafa y yo no he tenido la oportunidad”.

Pedro Clar: “Haz tu trabajo”

El último Grand Slam de Nadal fue Roland Garros 2022. Su rival en la final fue Casper Ruud, que entrena en su academia, con Pedro Clar como técnico, que recuerda cómo vivió los días antes a ese gran encuentro. “Cuando Casper ganó la semifinal de Roland Garros, para mí la situación... Trabajo con Casper y a muerte con él, pero desde pequeño conozco a Rafa, entrenaba con él en la Federación; conozco a sus padres, a su hermana, a Toni, y trabajo en su Academia... La situación era incómoda para poder hacer mi trabajo de forma natural. Carlos Moyá y Marc López, que los conozco y son de la broma, me decían: “Tú te vas a sentar a nuestro lado, eres de los nuestros”. Hablé primero con Toni, que era el director de la Academia, y me dijo que hablara con Rafa y que no creía que hubiera problemas. El día de descanso nos vimos, y muy naturalmente se lo comenté y su respuesta fue muy simple: “Estás trabajando con él, nos conocemos de hace muchísimos años y al final somos profesionales y tú tienes que hacer tu trabajo y no hay ningún problema”. Eso muestra el respeto que tenía. Es más, me dijo: “Mañana es una final, juega él contra mí, jugamos nosotros, tú no te sientas incómodo, para mí poder enfrentarme a él que es un jugador de la Academia, entrenado por ti, también es un orgullo para la Academia”. La incomodidad que me creé, él me la quitó”.