Tenis
Krejcikova renace en Wimbledon y gana ante Paolini su segundo Grand Slam individual
Especialista en dobles, la checa ya conquistó Roland Garros en 2021. La italiana, sensación del circuito con sus apenas 163 centímetros, ha jugado en un mes las finales de los Grand Slams de tierra y hierba
La checa Barbora Krejcikova ya triunfó por sorpresa en Roland Garros 2021 y ahora también se puede decir que ha sido la sorprendente campeona de Wimbledon, tras derrotar en la final a Jasmine Paolini (6-2, 2-6 y 6-4). “Hace unas semanas esto era impensable”, dijo la ganadora, gran especialista en dobles (campeona olímpica y siete Grand Slams conquistados en el femenino, y tiene los cuatro al menos una vez; y otros tres en el mixto), pero que llevaba un 2024 complicado a solas. Hasta Londres, tenía más derrotas (9) que victorias (7) y había caído en la primera ronda en seis de los nueve torneos que había disputado, por ejemplo hace un mes en Roland Garros. Empezó el curso en el “top 10” y llegó al all England Club la 32. Con esta victoria, regresa a la lista de las elegidas, pues sube 22 puestos para ponerse décima.
Tensión para cerrar el partido
En la hierba británica ha firmado un torneo impecable, coronado con una final tensa, sobre todo el tercer set. Comenzó mandando la checa ante una rival algo nerviosa, que cuando se soltó y jugó más agresiva le devolvió la paliza. Fue en el última parcial cuando las dos rindieron ya a un nivel más alto y donde los detalles (cinco de los seis saques directos de la ganadora fueron en este set, por ejemplo) marcaron la diferencia. Krejcikova tuvo que salvar dos bolas de break en el último juego. Encontró la calma en esos momentos tensos para ser profunda con la derecha y poder dominar o cerrar en la red. Hasta la tercera oportunidad no pudo levantar los brazos, algo precipitada, con ganas de terminar rápido las dos primeras pelotas definitivas. Con un gran saque, lo consiguió ante la sensación del momento.
Se está hablando mucho ahora en España de multiculturalidad, por dos de los mejores jugadores de la Eurocopa de fútbol, Lamine Yamal y Nico Williams, y Jasmine Paolini es un ejemplo: nacida en Italia, pero de madre y abuela polaca y abuelo ghanés.
Con sus 163 centímetros está lejos de las pegadoras que dominan hoy en día el circuito, pero ha sido finalista en Roland Garros y en Wimbledon, además de ganar el WTA 1.000 de Dubái. Se va a colocar la cinco del mundo y no pierde la sonrisa de la que todos hablan. “Tengo que seguir sonriendo porque tengo que recordar que pese a todo es un buen día. He hecho final en Wimbledon, de niña lo veía por televisión, apoyando a Federer, tengo que decir, y estar aquí ahora es una locura”, confesó.