Torneos
Federer encuentra el antídoto contra Nadal
El suizo gana al español su tercer partido seguido exhibiendo su revés, con el que antes tanto sufría.
El suizo gana al español su tercer partido seguido exhibiendo su revés, con el que antes tanto sufría.
«No golpea la bola plana y dura. Le da mucho giro, lo que hace que la pelota rebote, rebote alta. Contra eso tuve que luchar hoy, pero no pude escapar». Son palabras de Roger Federer en 2004, después de enfrentarse por primera vez contra Nadal. Ganó el español, que sólo tenía 18 años, por un doble 6-3. Y son palabras que han perseguido al suizo durante toda su carrera. Rafa se convirtió en su pesadilla con esos tiros con efecto al revés del suizo, que no podía controlarlos. Trece años sufriendo contra un tenista que le ha ganado 23 veces y contra el que salía a la pista derrotado psicológicamente. Federer nunca era Federer contra Nadal. Ahora, a los 35 años, parece haber encontrado el antídoto a los golpes curvados que tanto le han torturado. «Ha perdido el miedo escénico que tenía cuando veía a Rafa al otro lado, es capaz de jugar más dentro de la pista y no deja que la pelota le supere y le suba», afirma el ex tenista Roberto Carretero.
Para no golpear en una posición incómoda, por encima de los hombros, Federer se monta encima de la pelota y la impacta en plena subida, en un lugar más confortable, pero... «Pero hay que tener una calidad demasiado grande al tener el revés a una mano, y más contra el peso de bola que tiene Rafa», continúa Carretero. Y el suizo anda sobrado de calidad. Asume riesgos, pero le está funcionando. Además, contra Nadal ya no utiliza su golpe a una mano cortado (fue su padre uno de los que le sugirió que dejara de hacerlo), sólo lo usa para defenderse. Es más agresivo y ha encontrado la fórmula del éxito. Con la de ayer, en octavos de Indian Wells (6-2 y 6-3), son tres victorias seguidas contra Rafa, algo que no había logrado en su carrera. En el primer Masters 1.000 del curso, el último punto fue un revés de Federer a la esquina. Una metáfora de lo que fue el partido, en el que sumó 12 tiros ganadores con ese golpe, para un total de 26 en apenas 68 minutos. Un vendaval. «La duda es si podrá hacerlo cuando se enfrenten en tierra. Allí el bote es más irregular y es difícil jugar tan a saco», finaliza Carretero.
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