Tenis
Las dudas de Nadal tras acabar tocado su partido con Thompson: "Es en la misma zona del año pasado y me preocupa"
Nadal perdió con Thompson un partido de tres horas y 25 minutos que le pasó factura. Se hizo daño en el mismo sitio que le ha tenido un año sin poder competir, pero cree que no es lo mismo: "Espero que sea una sobrecarga"
Rafa Nadal perdió contra Jordan Thompson (así vivimos el minuto a minuto) en los cuartos de final de Brisbane (5-7, 7-6 [8/6] y 6-3) después de haber desperdiciado tres pelotas de partido, la segunda clarísima, una derecha a media pista de las que mete nueve y media de cada diez, pero en esta ocasión se le marchó larga. Fue una batalla de tres horas y 25 minutos. La ovación que recibió en la Pat Rafter Arena fue tremenda y él mostró una media sonrisa al despedirse.
La preocupación iba por dentro, pero no por perder, sino porque la última prueba a la que se enfrentó en su camino de regreso a las pistas le dejó alguna duda: su cuerpo se volvió a quejar, además en una zona cercana al psoas de la pierna izquierda, la que el año pasado, en el Open de Australia, se lesionó y que le ha tenido casi un año fuera de las pistas, peleando por volver después incluso de ser operado. “El dolor fue en una zona parecida a la que me operé el año pasado, pero diferente. Como más muscular. El pasado año fue el tendón y esto es más como un músculo cansado. No es lo mismo del año pasado porque lo noté al momento y esta vez no noté eso. El único problema es que es en una zona similar y eso me hace estar más preocupado de lo normal. Lo mejor que podía pasar es que el músculo esté supercargado por el esfuerzo de estos tres días y de un partido tan duro como este. Eso sería lo ideal, pero no se sabe aún”, confesó después Rafa. “Solo espero que sea una sobrecarga grande y que en los próximos días pueda seguir entrenando. Si no es así, ya será el momento de hacer más pruebas. Si se queda en una sobrecarga, pues habrá sido una semana muy positiva. Si no, no lo habrá sido tanto”, añadió.
"Espero que sólo sea una sobrecarga"
La semana del regreso de Nadal en Brisbane comenzó de forma inmejorable con el triunfo ante Thiem, partido en el que el balear comprobó que no se le había olvidado jugar al tenis, como reconoció él mismo. Siguió con otra victoria, más lógica, ante Kubler, casi una paliza. Rafa sintió bien la bola y se movió con soltura en dos duelos que no llegaron a la hora y media. Pero era el mismo Nadal el que ponía calma. Estaba contento con las sensaciones, pero sobre todo por notar que su cuerpo resistía, que no tenía molestias de más. Era una incógnita lo que podía suceder después de tantos meses sin competir. Además, de un tiempo a esta parte de su carrera, sobre todo en los últimos años, desde el regreso de la pandemia, los problemas se le han ido acumulando al ganador de 22 Grand Slams: el pie y su dolor crónico, una costilla, rotura abdominal, el psoas... Reconoció que llegó a alterar su vida normal, que tenía que estar constantemente con analgésicos sólo para entrenar. Levantarse era un test cada día: ¿dolerá o no? Por eso la mejor noticia tras los dos partidos de Brisbane es que se levantó feliz, pero siempre con la precaución de lo que podía pasar.
3 horas y 25 minutos
El encuentro contra Thompson llegó sin descanso por medio, pues el jueves había jugado los octavos, y además fue duro desde el primer instante. El australiano no es un jugador del "top 10", pero sí es muy peligroso, con mucho ritmo de bola y con mucha capacidad física. El primer set se fue ya a una hora y cuarto y pese a la decepción de perderlo cuando llegó a ir break arriba, no se descompuso el tenista local y mantuvo el nivel y la exigencia. Rafa pudo cerrarlo con 7-5, 5-4 y 30-40, pero perdió esa primera bola definitiva con una volea alta suave que dejó en la red. Era complicada, pero accesible para él. En el tie break llegaron otras dos con 7-5 y 6-6 (6/4) para Rafa. El primer error dolió: esa derecha descrita al principio del texto. El segundo punto lo jugó bien el “aussie” tras sacarse un resto del cuerpo (restó de forma increíble todo el encuentro) con mucha habilidad.
La duda de si seguir
Los problemas físicos de Rafa ya habían empezado antes. Se había llevado la mano a esa zona cerca del abductor izquierdo. Al perder el desempate pidió tiempo médico y fue tratado, habló con su banquillo, había que valorar si merecía la pena seguir. Lo hizo y continuó peleando, pero sin muchas opciones reales de éxito. “Ahora hay que mantener la calma y ver cómo me levanto”, insistió Nadal.