Objetivo, US Open
Alcaraz y su vuelta a la competición en superficie dura: "Si hicieran una pista de hielo Carlos también sería el mejor"
Tras la exhibición en Wimbledon, Alcaraz vuelve a la competición en pista dura, superficie que siempre pensaron que sería ideal para él, pese a que de niño entrenaba básicamente en tierra. Defiende el número uno y el título en el US Open
"Sí y no". Así responde Kiko Navarro, que fue el entrenador de Carlos Alcaraz hasta los 17 años, cuando le preguntan si le sorprendió la rápida adaptación que tuvo el tenista murciano a la hierba, una superficie que nunca había pisado de niño, apenas de adolescente (Wimbledon júnior en 2019) y que este curso ha dominado para conquistar Queen’s y Wimbledon en la histórica final contra Djokovic. "Cuando tienes esa calidad al final...", dice Navarro.
La exhibición que dio el español sobre verde ya es pasado y ahora, tras unas mini vacaciones, le toca ir a la gira americana para disputar los Masters 1.000 de Canadá (7-13 agosto) y Cincinnati (13-20 agosto) y el US Open (28 agosto-10 de septiembre), el gran torneo de este tramo del curso que tantos buenos recuerdos le trae, pues allí ganó su primer Grand Slam y se convirtió en el número uno más joven de la historia. Ni un año ha pasado de eso. Dejada atrás la tierra y la hierba, vuelve a la superficie dura. "En nuestro club no había ni una pista rápida, sólo había tierra batida y fue donde lo criamos nosotros, pero bueno, yo hablaba mucho con el padre que por su tipo de juego, por su velocidad de bola, sobre todo cuando ya iba creciendo, con 14 o 15 años, pues teníamos claro que jugaría mejor en rápida", recuerda Navarro.
Ahora sí hay una pista dura en el Real Sociedad Club de Campo Murcia, donde Carlos se ha preparado a principios de semana, para después completar el trabajo en la Academia Equelite, en Villena, con Juan Carlos Ferrero, antes de partir ayer rumbo a Canadá. "Previamente a hacer la pista sólo entrenábamos en rápida cuando teníamos un torneo en esa superficie y me buscaba la vida por Murcia, hasta que ya la hicimos en nuestro club. Pero vamos, su superficie base era la tierra batida", insiste Kiko. Esa pista se construyó "un poquito-bastante" pensando en Alcaraz, después de que le "dieran follón" al presidente. Ahora van a hacer cuatro más, pues el club se ha beneficiado de que el mejor tenista del mundo haya crecido ahí, donde su padre, además, es el director.
"Carlos juega bien en cualquier lado porque es el que tiene más recursos"
Kiko Navarro, de todas formas, hace un pequeño matiz: "Carlos juega bien en todas las superficies. En tierra la gente se puede poner un poco más rocosa y que él vea menos portería porque la bola corra un poco menos y se puede atascar algo, pero él juega bien donde lo pongas, si inventan la pista de hielo será el mejor porque tiene más recursos que ninguno. Es lo que ha pasado con los buenos: Rafa, Djokovic... juegan bien en todos lados".
Sus números en las tres superficies
Las estadísticas de momento dicen que en tierra ha ganado 64 partidos y ha perdido 14 (82,1 por ciento de éxito), para conquistar siete títulos; en hierba son 16-2 (88,9), para sumar dos coronas; y en dura 57-19 (75), para levantar tres copas.
La lucha por el número uno
Carlos se presenta en esta gira americana como número uno del mundo. A estas alturas de la temporada pasada afrontó estos torneos con algunas dudas, lógicas después de todo lo que le había sucedido en poco tiempo, al pasar en sólo unos meses de ser la sensación a ser uno de los jugadores más buscados (ganó en Miami, el Godó, el Mutua Madrid Open...). Eso cuesta asimilarlo.
Apenas defiende puntos en los Masters 1.000: 10 en Canadá, pues cayó a la primera con Tommy Paul; y 180 en Cincinnati, donde le frenó en cuartos Cameron Norrie. Después sí tendrá que defender los 2.000 del US Open. La distancia actual con Djokovic es de 430 puntos y la ventaja del serbio es que no defiende nada al no haber disputado esos torneos en 2022 por no estar vacunado contra el covid. Nole, de todos modos, ha renunciado a estar en Toronto "por fatiga". La carrera por el número uno no es algo que le motive en exceso en estos momentos. Lo que le mueve es seguir sumando Grand Slams y en Londres ya descubrió que Carlos es un rival de verdad. De hecho, el español es el hombre a batir ahora, y el propio Ivanisevic, técnico de Novak, asegura que su pupilo y Sinner son los únicos que pueden detener al número uno en Nueva York. Es un halago y también una manera de meter presión, pero ya no le pilla de nuevas a Alcaraz porque pese a que sólo tiene 20 años acumula muchas experiencias a sus espaldas y él mismo es el que suele ponerse las metas más altas.
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