Tenis
El reencuentro de los tiranos del circuito para despedir a Federer
El suizo comparte equipo en la Laver Cup con Nadal, Djokovic y Murray. Entre febrero de 2004 y febrero de 2022 sólo ellos estuvieron en el número uno, 921 semanas seguidas
La Laver Cup es una competición que no reparte puntos ATP, pero siempre deja momentos memorables, como cuando Nadal y Federer ejercieron de entrenadores de Fognini en 2019, dándole instrucciones frente a Sock: que se mantuviera positivo, que le forzara a seguir haciendo puntazos... «Y si lo sigue haciendo, nos vamos y a tomar por culo», zanjaba Rafa. El estadounidense terminó llevándose ese partido, aunque la competición la ganó Europa.
El momento más icónico está por venir, y va a ser hoy (22:00, Eurosport), cuando Federer y Nadal compartan pista en el duelo de dobles contra Sock y Tiafoe, lo que supondrá el último partido de la carrera del helvético. Pero este jueves ya se vivió una escena muy especial, porque estuvieron juntos en pista el español, el suizo, Djokovic y Murray. El entrenamiento abierto al público fue con los cuatro jugadores que han mandado en el circuito durante los últimos 20 años. Porque el «Big 3» empezó siendo un «Big 2» y durante muchos años también fue un «Big 4».
Entre el 4 de febrero de 2004 y el 28 de febrero de 2022 transcurrieron 943 semanas, y en el número uno sólo estuvieron cuatro jugadores: Djokovic (361 semanas), Federer (310), Nadal (209) y Murray (41). Suman 921, las doce que faltan no se contaron porque el ranking estuvo congelado por culpa de la pandemia, pero también hubieran sido de Djokovic. Medvedev fue quien rompió ese dominio, después recuperó el trono un tiempo Nole, el ruso volvió a la cima y ahora está en ella Alcaraz.
Entre 2004 y 2010 los amos fueron Nadal y Federer. Ahí se forjó la histórica rivalidad, el «partido de la Historia» en Wimbledon 2008 y sus cara a cara más importantes, con un repunte después entre 2017 y 2019. A Djokovic le costó entrar en escena, fue de maduración más tardía, algo similar a Murray. El escocés era el eslabón más débil de los cuatro, pero sólo un poco. Comía en su misma mesa. Antes de cada Grand Slam todo el mundo miraba qué posibles semifinales iban a caer en el sorteo entre los cuatro grandes, y casi siempre solían llegar. Porque lo que había era un «Big 4». Murray se quedó en tres Grand Slams, pero disputó otras ocho finales. Su gran momento llegó en 2016, cuando alcanzó el número uno. Pero también empezaron sus problemas físicos, hasta el punto de que sigue jugando por pura pasión, ya que lo hace con una cadera de metal. El «Big 4» pasó a ser el «Big 3», en el que Novak fue recortando distancias con Nadal y Federer. El español ha sido el que le ha aguantado el ritmo en los torneos importantes y esa pelea sigue abierta.
Pero este fin de semana a los cuatro les toca ser compañeros, formando equipo. En el entrenamiento que compartieron, jugaron un partidillo con algunos puntos que levantaron el entusiasmo de los espectadores. Todo están siendo alegrías de momento en el adiós del mito suizo, como él quería, pero pocos dudan de que llegarán las lágrimas, rodeado de los tenistas que le han hecho sufrir y disfrutar más en la pista.
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