Fenómeno
Alcaraz, un imán para las marcas
Su crecimiento en el ránking ha ido al mismo ritmo que el interés de las empresas por convertirlo en su imagen
La figura de Carlos Alcaraz así vestido de calle no impone demasiado. Está en forma, por supuesto, y va normal, con una camiseta blanca, unos vaqueros y unas zapatillas mientras se dirige a la presentación como nuevo embajador de BMW. Lo que sí impone es su figura con una raqueta, y a los rivales, cada vez más. «Antes me veían como el joven que tiraba para arriba, y sentían la presión de no querer perder y jugaban un poco peor. Ahora me ven como un jugador que está ahí ya. Ahora juegan sin presión contra mí y creo que juegan mejor», opina. El último año ha sido increíble para él, ascendiendo posiciones en el ránking a saltos, ganando títulos importantes, con el colofón del US Open y el número uno. El acuerdo con la marca de coches estaba cerrada antes, porque la figura del joven español no pasaba inadvertida. «Hay muchas firmas que llaman a la puerta y cada vez son más», decía su representante, Albert Molina, el pasado abril en una entrevista con Efe. Si ya era un reclamo, ahora, todavía más. El joven murciano es un imán para los aficionados, que disfrutan en la pista con su forma de jugar y con su sonrisa. «Yo es que disfruto jugando al tenis y si ves los partidos, a veces, en situaciones complicadas saco una sonrisa», explica. Ese entusiasmo que muestran los aficionados hace que las marcas se froten las manos.
Desde niño
Desde bien pequeño ya se habían fijado en él referentes del mundo del deporte. En 2013, cuando tenía 10 años, firmó un contrato con la marca de raquetas Babolat, la misma de Nadal, y también lo tiene con Nike. La comparación con el balear la ha tenido que soportar desde hace tiempo, y ahora también con los otros miembros del «Big 3», Federer y Djokovic. «No me ha presionado nunca, ni al haber ganado cosas con menos edad. Ellos han estado muchos años ahí y yo tengo 19, no tiene sentido comparar», afirma. Los acuerdos con Babolat y Nike le cumplen en 2025. «Ya hemos empezado a hablar para prolongarlos. Las dos firmas tienen muchísimo interés en que así sea y están encantadas con Carlos», explicaba Molina en abril, cuando Alcaraz todavía no era lo que es hoy. La renovación será por todo lo alto. Jannik Sinner ha firmado con la marca de ropa y zapatillas a cambio de 150 millones por diez años. Y cuando lo hizo todavía no era ni «top 10». Precisamente contra el italiano ha disputado Carlos algunos partidos espectaculares, y el tenista murciano prevé que pueden ser más. «Con Sinner, sin ninguna duda, y Zverev. Con Sinner va a haber una rivalidad muy bonita. Ya hemos jugado partidos dignos de ver. Jugarlos no tanto, ja, ja, ja. Vamos a jugar en grandes estadios y grandes momentos. Además, es un buen chico y somos amigos fuera de pista; como Rafa y Federer son amigos fuera», explica el tenista de El Palmar.
Próximo calendario
El discurso que está oyendo ahora no es nuevo para él. «Durante todo el camino me vienen diciendo lo mismo. Que hay que estar humilde, con los tuyos, que no se te suba a la cabeza. Eso me lo ha repetido mi equipo, mi familia...», desvela. Durante el año ha tenido que adaptarse a todo a toda velocidad y era más difícil decir que «no» a los ofrecimientos. Ahora podrá empezar a ser más selectivo y centrarse todavía más en el tenis después de los últimos meses de locura. Eso sí, descansará unos días en casa antes de volver a la acción. El calendario previsto, si su físico no dice lo contrario, es Astana Open (3-9 de octubre), Basilea (24-30 de octubre), donde no podrá cumplir su deseo de enfrentarse a Roger Federer después de que el suizo anunciara que su carrera se termina este fin de semana en la Laver Cup; Masters 1.000 de París-Bercy (31 de octubre a 6 de noviembre), ATP Finals (13-20 noviembre) y fase final de la Copa Davis (23-27 de noviembre).
El objetivo, después de tanto ya cumplido en tan poco tiempo, lo tiene claro: «A seguir soñando y a seguir ganando y a intentar estar el mayor tiempo posible entre los mejores».
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