La relación entre Taylor Swift y el desorbitado precio de las entradas para la Super Bowl

La Super Bowl 2024, que este domingo enfrenta en Las Vegas a los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers va a ser la más cara de la historia. Las entradas, que se podían adquirir en la página oficial de la NFL, en Ticketmaster y en páginas de reventa como Viagogo, han visto cómo su precio se disparaba con el paso de los días. Las localidades en la parte más alta de la grada del Allegiant Stadium, con capacidad para 65.000 espectadores, rondan los 9.000 dólares, y eso para ver el espectáculo desde muy lejos y en algunos casos con visibilidad reducida.

Las entradas más caras se estaban cotizando por encima de los 50.000 dólares para ver el duelo entre Patrick Mahomes, quarterback de los Chiefs, y Brock Purdy, el inexperto director de juego de los Niners.

Las Vegas es el escenario ideal para un partido así, en el que la locura por la NFL se dispara y también el gasto económico para estar lo más cerca posible del espectáculo. Un estudio de la Cámara de Comercio de Estados Unidos estima en unos 500 millones de dólares el impacto económico del Super Bowl en Las Vegas, ciudad a la que llegarán 150.000 visitantes extra este fin de semana para ver el partido. La fiebre por ver la final disparó el tráfico de vuelos privados en la ciudad del juego, algo habitual en las ciudades que acogen la lucha por el título de la NFL cada temporada. Este año en Las Vegas, se esperan cerca de 1.000 llegadas, según estima "The New York Times", haciéndose eco de datos de "WingX". Esta página especializada calculó que 562 vuelos privados aterrizaron el año pasado en Glendale (Arizona) en el fin de semana del Super Bowl entre los Chiefs y los Philadelphia Eagles y que el año anterior hubo 752 llegadas en el de Los Ángeles.

Ya está en la ciudad Taylor Swift

El vuelo privado más esperado en Las Vegas era el de la cantante Taylor Swift, que ya ha aterrizado en suelo estadounidense tras haber volado desde Tokio, donde dio un concierto como parte de su gira Eras Tour y va llegar a tiempo para animar a su novio, Travis Kelce, el tight end de los Chiefs de Mahomes.

La relación de Swift y Kelce ha aumentado la popularidad de la gran final de la NFL y ha animado a los fanáticos de la cantante a ver el partido. Se ha llegado a apuntar que la cantante ha sido la gran culpable de que el precio de las entradas se haya disparado, ya que tiene millones de seguidores en redes sociales que la siguen en todo lo que hace.

Es tanto el furor que la relación entre Kelce y Swift, que la embajada de Japón en Estados Unidos emitió un comunicado la semana pasada calmando a los fanáticos, asegurándoles que Swift llegaría a tiempo al Super Bowl si salía de Tokio tras dar su concierto.