Grupo F
Portugal golea y entra en octavos por la vía rápida (3-0)
El cuadro luso derrota con facilidad a Turquía en un encuentro que lograron encarrilar en la primera media
Si bien en la primera jornada dejó muchos interrogantes, Portugal ha logrado dar un paso adelante en esta segunda jornada con su victoria sobre Turquía, metiéndose en octavos y además como primera de grupo. Solucionando la primera fase por la vía rápida y garantizándose a un tercero como rival en el siguiente cruce.
Hay que decir, eso sí, que los otomanos pusieron de su parte para el objetivo. El de su rival. Las facilidades en defensa acabaron siendo una losa imposible de levantar, y más frente a un equipo famoso por su alta letalidad.
La escuadra lusa generó mucho peligro, especialmente, a través de un Leao hiperactivo que, en el minuto 20, cedió a Nuno Mendes que había roto el desmarque. El balón, raso, no encontró un defensa que lo despejase y Bernardo Silva aprovechó para llegar desde atrás y mandarla a la malla.
Y poco más tarde llegaría el "momento meme" del encuentro. Porque, tras cortar una rápida salida del cuadro portugués, a Akaydin le pareció una excelente idea retrasar el balón a su portero… sin mirar hacia la portería. No se dio cuenta de que Bayindir iba corriendo precisamente hacia la pelota en otra trayectoria, y el envío fue directo a gol. Lo celebraron los portugueses, todavía un tanto incrédulos.
Así que, sin hacer demasiado -aunque mostrando bastante más solidez que el día de la República Checa-, Portugal tenía el pase en el bolsillo cuando los jugadores se fueron a vestuarios. Ya era cuestión de guardar un poco la ropa.
Y si encima resulta que los turcos están generosos, pues miel sobre hojuelas. Celik se quedó enganchadísimo en el pase entre líneas que dejó a Cristiano Ronaldo solo frente al portero, después de que Bardakci tampoco despejase en condiciones. Venía con él Bruno Fernandes, y el ex del Real Madrid cedió a su compañero para que simplemente la empujase.
La última media hora hasta le sobró a Turquía. Prácticamente ya sin energías para presionar y firmando la rendición, los espacios daban margen para que el centro del campo portugués hiciera correr el balón y desarbolase por completo a los rivales. Final a placer para los lusos. Calvario para Turquía. De esos partidos que es mejor olvidar cuanto antes para que la negatividad no contagie a la plantilla en lo que queda de competición.
Porque, pese a todo, la escuadra turca tiene muchísimas papeletas para estar en octavos. Se mantiene como segunda de grupo gracias a los resultados ajenos y depende de sí misma incluso con un empate frente a República Checa, por lo que no hay motivos para el drama más allá de no volver a realizar tantas concesiones atrás. Hay vida para Turquía. Pese a lo de hoy.
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