Real Madrid
Pero no sólo Ronaldo
El gran trabajo colectivo del Madrid completó el partidazo de su estrella. El talento de Isco, las paradas decisivas de Navas, el gol de Marcelo, la aparición de Lucas... Zidane cuenta con todos.
Turín ya era para el Zidane futbolista un lugar muy especial, pero desde ayer la ciudad italiana no va a ser una cualquiera en su trayectoria como entrenador. Sobre el césped del Juventus Stadium se desplegó en plenitud su Real Madrid. Un grupo versátil, que tiene muchas variantes y donde no hay titulares y suplentes, sólo jugadores implicados y listos para colaborar cuando sea necesario. Isco fue su elección para el once titular, el mismo de la final de Cardiff, y el malagueño dio la asistencia del primer tanto a Cristiano. «Ha hecho un gran partido, me alegro por él. Tiene personalidad, siempre quiere jugar y ha sido importante entre líneas y tapando la salida de balón a Bentancur. El primer gol viene de él», recordaba Zizou.
Se quedaban fuera los héroes de la eliminatoria anterior, pero no era un castigo ni una falta de confianza, sólo una parte de un plan a largo plazo. Parte de la tropa de Zidane esperaba en el banquillo para cuando llegara su momento. Lucas es uno de los ojitos derechos del técnico, que adelantó más que nunca su primer cambio para poner sobre el terreno de juego la energía del canterano ideal. Benzema volvió a mostrar una cara más bien gris, así que era el momento de Vázquez y su descaro. Sin complejos, como en la tanda de penaltis de Lisboa frente al Atlético. Le tocaba trabajar, pero se apuntó a la jugada del segundo gol, la obra de arte de Cristiano, con el que tiene una complicidad especial.
«Todos son importantes y hemos hecho un gran partido como equipo. Ellos saben que tiene que ser así. Me gustó el partido de Isco, el gol de Marcelo...», continuaba el técnico. El brasileño enseñó al principio y al final otro de los recursos de este Madrid, atacador como pocos a través de sus laterales. Puso su granito en el primer tanto e hizo el tercero después de una deliciosa pared con Isco antes del pase de Ronaldo. Ese rincón izquierdo es de los dos y desde allí le pusieron casi la sentencia a la Juventus.
Como sucede en esos partidos pletóricos de esta etapa Zidane, Keylor Navas apareció de forma decisiva, espantando los fantasmas que le persiguen desde el momento en el que firmó su contrato con el Real Madrid. Una mano acrobática del costarricense detuvo a Higuaín y a la Juventus con el 1-0, igual que hace diez meses en Cardiff, cuando le paró a Pjanic un balón que iba pegado al palo. Con el descuento cumplido, sacó un balón que podría haber aliviado la mala noche juventina.
Decía Modric en la previa que con Cristiano tan en forma todo es más fácil para los demás y no se puede resumir mejor el partido de ayer que con esa frase premonitoria del croata. Cristiano es el gigante de la Champions, ya ha marcado en diez partidos consecutivos en la competición, algo que ninguna otra estrella había hecho antes. El resto se contagia de la energía de su delantero y le acompaña para rentabilizar al máximo su dinamita. Kroos remató al larguero. Kovacic, que fue el tercer cambio para sujetar el centro del campo, también chocó con la madera. Bale no se quitó el chándal, pero Zidane ya advierte de que el galés podría ser el siguiente jugador decisivo. «No entró Gareth porque lo hicieron otros para hacer un trabajo distinto, pero va a contar para nosotros. Hoy (por ayer) no pudo jugar, pero tenemos un derbi el domingo y tiene que estar preparado». Como todos en este Madrid de Zidane, rey de Turín como futbolista y también con traje y corbata.
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