Eurocopa 2024
Perisic, el enemigo de España
El croata, que condenó a la Roja en 2016, se ha recuperado a tiempo de una lesión para llegar a la Eurocopa de Alemania
La época gloriosa de la selección española se cerró de forma definitiva el 27 de junio de 2016. Ese día Vicente del Bosque dirigió por última vez a la selección en la derrota contra Italia. Un partido al que España llegó ya condenada mentalmente después de la derrota contra Croacia en el último partido de la primera fase.
España era primera de grupo en el minuto 86, con empate a uno en el marcador, aunque Sergio Ramos había fallado un penalti. Ese resultado aseguraba a la entonces campeona de Europa un cruce cómodo contra una de las mejores terceras –que resultó no ser tan cómodo para los croatas, que perdieron contra Portugal en octavos–. Pero en el minuto 87 marcó Perisic, que ya había dado el pase del primero a Kalinic.
Perisic fue un tormento por la banda izquierda, un extremo que no paraba de correr y de crear peligro por ese costado. Entonces era uno de los jugadores más destacados de una selección que manejaban Modric y Rakitic. Ya no está el exsevillista, pero Modric y él resisten.
Ahora Perisic, con 35 años, está de vuelta en el fútbol croata. En el mercado de invierno regresó al Hajduk Split, el club en el que se formó y del que salió con 17 años para jugar en Francia. Desde entonces ha pasado por Bélgica, Alemania, Italia e Inglaterra, ha jugado en algunos de los equipos más grandes de Europa, como el Borussia Dortmund, el Bayern Múnich o el Inter de Milán y ha ganado la Bundesliga, dos veces, la Liga italiana y la Liga de Campeones.
Pero en ningún lugar ha rendido como en la selección. Perisic ha sido parte fundamental de los éxitos croatas en los últimos años, del subcampeonato del mundo en 2018 y de las semifinales de 2022.
Sin embargo, su participación en esta Eurocopa estaba en duda no hace tanto tiempo. En septiembre sufrió una rotura de ligamentos y apenas pudo jugar cinco partidos de la Premier con el Tottenham. En invierno llegó la cesión al Hajduk sin que estuviera totalmente recuperado. Las dudas para su presencia en la Eurocopa eran solo físicas, pero su seleccionador, Zlatko Dalic, le transmitió la confianza que necesitaba. Si estaba en condiciones lo llamaría y el técnico balcánico ha cumplido.
No pudo volver a jugar hasta abril, pero siete partidos con el Hajduk le han bastado para estar en Alemania con la selección croata. El sacrificio de regresar a casa a cambio de un salario de un euro mensual, un fórmula ya utilizada por el equipo de Split con Kalinic, ha merecido la pena. Aunque su equipo se quedara a medias. La repatriación de Perisic tenía el objetivo final de volver a ganar el campeonato de Liga croata, que se acabó llevando el Dinamo de Zagreb.
Pero Perisic está donde quiere estar todos los veranos, vestido con la camiseta a cuadros de Croacia. «La clave de nuestro juego es la calidad, pero el orgullo nacional también es un factor importante. Cuando se juega con la selección, la motivación es máxima», dice el seleccionador, Zlatko Dalic, antes de enfrentarse a España. Y Perisic sabe lo que eso significa mejor que nadie.
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