Mundiales de Atletismo
Noah Lyles o cuando Bolt puede seguir tan tranquilo
El estadounidense se impuso con facilidad y sin brillantez en los 200. Yulimar Rojas estuvo cerca de ser el gran fiasco de los campeonatos, pero salvó el oro en el triple gracias a su último salto
Noah Lyles ya tiene el doblete de la velocidad en los Mundiales de Budapest. Ganó el 200 con una autoridad indiscutible, pero del poseedor de la tercera mejor marca de todos los tiempos en la distancia se esperaba algo más, bastante más. No sólo estuvo a años luz de los 19.19 de Bolt. Estuvo también lejísimos de sus 19.31, la tercera mejor marca de la historia con la que ganó el oro en Eugene hace un año. Lyles se impuso con 19.52 y sin rivales. A la salida de la curva ya estaba en lo más alto del podio. Sólo los otros dos medallistas bajaron también de los 20 segundos en una final pobre. Su compatriota Knighton fue plata con 19.75 y el botsuano Letsile Tebogo, bronce con 19.81
La gran sorpresa de los campeonatos estuvo a punto de consumarse en el foso de triple salto. Yulimar Rojas salvó su cuarto oro mundial en su último intento con 15,08 después de agonizar durante buena parte del concurso. Afrontó el sexto salto después de tres nulos y con una mejor marca de 14,33. Los intentos de asaltar su récord del mundo voceados en la víspera quedaban en el olvido. Se trataba de alcanzar los quince metros, una distancia menor para ella, que había firmado la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk. La sobraron ocho centímetros.
Bastante menos de lo que la sobró a la jamaicana Shericka Jackson para imponerse en el 200 con la segunda mejor marca de todos los tiempos. Sus 21.41, oro y récord de los campeonatos, sólo tienen por delante los sospechosos 21.34 de Florence Griffith. Aventajó en cuatro décimas a la yanqui Gabrielle Thomas y en más de medio segundo a otra estadounidense, Sha’Carri Richardson. La jamaicana voló. Y España a dos días para el final de los campeonatos sigue segunda en el medallero.