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MotoGP
Pecco Bagnaia, de la remontada al primer “match ball” en Malasia
Una semana después de ponerse líder, el piloto italiano de Ducati puede ser campeón en Sepang
Ha necesitado 18 carreras para colocarse al frente del Mundial de MotoGP, pero quizá una más le baste a Bagnaia para proclamarse campeón de MotoGP en 2022. El italiano culminó su larga remontada en Australia y, siete días después, en el adiós a la gira transoceánica en Malasia, puede cerrar de manera matemática el campeonato y suceder en el trono a Fabio Quartararo, justo el rival con el que está peleando ahora. La diferencia entre ambos llegó a ser de 91 puntos en favor del francés después de las diez primeras citas de la temporada, pero en las ocho siguientes la cosa se ha dado la vuelta y el resurgimiento del italiano y su Ducati ha coincidido con la depresión de Quartararo, que por más que lo ha intentado ha sido incapaz de sacar más rendimiento a una Yamaha claramente inferior a sus competidoras.
Fabio ha sumado sólo ocho puntos en las últimas cuatro citas y su caída en Australia le ha complicado casi definitivamente el sumar su segundo título consecutivo. Bagnaia tiene su primera bola de partida este domingo en Malasia y, aunque no depende de sí mismo para proclamarse de manera matemática, sí que podría dejarse las cosas muy sencillas para el fin de semana de Valencia (6 de noviembre).
Las cuentas del italiano son las siguientes: para ser campeón necesita meterle once puntos a Quartararo en Sepang y que Aleix Espargaró no le recorte tres o más. Por ejemplo, si Bagnaia gana, le bastaría con que Fabio no subiese al podio para poder empezar a celebrar. El italiano tiene de su lado al ejército de Ducatis (7 además de él), que le pueden ayudar a poner tierra de por medio respecto a sus máximos rivales, con lo que la misión es un poco más sencilla.
El único gran problema para el líder en Malasia puede ser la lluvia, que ya surgió de manera torrencial justo antes del segundo entrenamiento libre del viernes. Si aparecen las nubes justo antes o durante la carrera lo pueden cambiar todo, y ya no será tan importante el potencial de las motos como la capacidad de cada uno para aprovechar el momento. El tiempo cambiante aumenta la presión de esta lucha por el título a la que Bagnaia ha llegado a tiempo después de un comienzo de año lamentable y lleno de errores.
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