MotoGP
El mito Marc Márquez bendice al «Tiburón»
El ocho veces campeón del mundo compara la llegada de Pedro Acosta a MotoGP con la suya en 2013, cuando desafió a Rossi, Pedrosa...
En MotoGP saben que tienen un diamante en bruto con Pedro Acosta como «rookie». Por eso, en las dos ruedas de prensa oficiales de esta temporada han colocado juntos al murciano y a Marc Márquez. Al mito, que está buscando reencontrarse a sí mismo, y al «Tiburón», que ha llegado para devorar a todos los peces que se encuentre a su paso. Acosta es uno de esos pilotos distintos, tocados por la varita de la velocidad y el talento. Su aparición en Moto3 fue brutal, porque unos meses antes se había quedado sin equipo, lo encontró casi sobre la bocina y ganó el título como novato nada más llegar.
En Moto2 le costó dos años ser campeón y eso que muchos pensaban que podría volverlo a hacer. Ganar su segunda corona también nada más llegar, pero le costó adaptarse en la primera mitad del curso y después se rompió el fémur. De todas maneras terminó el año ganando, como un anuncio de lo que vendría.
En 2023 fue el mejor con diferencia y dominó la categoría intermedia con suficiencia. Su subida a MotoGP era segura y con la estructura de KTM, que no iba a cometer la locura de dejarlo escapar. Le prometió una plaza y bajó de la GasGas a Pol Espargaró para subir al de Mazarrón, que desde el minuto uno ha dejado la sensación de que ha llegado para hacer mucho ruido desde el principio. En pretemporada apuntó cosas y en Qatar, en la primera carrera larga, se convirtió en el piloto más joven en firmar la vuelta rápida, con 19 años y 290 días, quitando ese récord a Fabio Quartararo. Ese mismo domingo hizo un adelantamiento a Marc Márquez del que todavía se habla, aunque después pagó el castigo al que había sometido a los neumáticos y acabó noveno.
El jueves, al llegar a Portimao para la segunda cita de la temporada, le preguntaron por esa primera lucha con Marc. «En general fue una carrera muy buena. Tuve un susto en la salida con Miller, pero a nivel de sensaciones con la moto fue maravilloso. No sentía algo así desde Moto3, lanzarme por el interior y frenar en el último momento. El adelantamiento fue chulo, pero él gestionó mejor que yo toda la carrera», decía sobre Marc, del que también empieza a imitar esas salvadas imposibles para evitar caídas. «He visto muchas imágenes y he aprendido de sus salvadas. En este circuito (Algarve) el agarre y los neumáticos son distintos. Hay que comenzar desde el principio, con las orejas gachas e ir aprendiendo», añadía, sentado al lado de Márquez ante la prensa. El «93» no regatea ningún elogio cuando le hablan del jovencito (19 años), asumiendo el papel del veterano (30). «Será uno de los pilotos a tener en cuenta en el futuro y en el presente, porque tiene mucho talento, y cuando tienes talento eres rápido con cualquier tipo de moto. Fue rapidísimo en Qatar, aprendió algo de gestión de neumáticos y lo hará mejor en Portimao», lanzaba Marc, que compara esta situación con la de 2013, cuando él era el insolente novato al que comparaban con Rossi, Lorenzo y Pedrosa. «No me siento viejo, me siento con más experiencia. Hace dos días era yo el que tenía veinte añitos y llegaba para batirme con las leyendas, y ahora es al revés. Es natural, todo el mundo tiene su periodo de esplendor, y luego llegan los jóvenes que te van quitando el sitio», relataba Márquez con ese perfil bajo actual. Otra cosa será en pista, porque el mito ha bendecido al «Tiburón», pero eso hizo Rossi con Marc y después...
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