Fútbol
En la Liga italiana manda el dólar
Ocho clubes de la Serie A están en manos de inversores norteamericanos. El Venezia ha podido regresar a la élite gracias a un "Lobo de Wall Street" y al rapero Drake
Duncan Niederauer fue el amo de la Bolsa de Nueva York en 2007 y cuenta con una fortuna estimada de 1,3 billones de euros. Desde hace cuatro años es el propietario del Venezia. El rapero Drake es una estrella mundial que ha invertido 40 millones de euros para salvar al pequeño club de las góndolas. En Venecia, un rapero y un «Lobo de Wall Street» andan sueltos.
El club es la prueba de la inversión norteamericana en la Serie A. Como el Venezia hay siete más: Inter, Milan, Atalanta, Génova, Fiorentina, Roma y Parma. Casi la mitad de los equipos del «Calcio» están montados en el dólar.
Pero la historia del Venezia es, como la ciudad, muy diferente al resto. El presidente del club es un ultra multimillonario que se alejó de las acciones para ver los partidos cerveza en mano y desde el fondo con el resto de la afición, integrado como uno más. Y con más lujo que nunca porque ahora, gracias a Drake, los jugadores visten con Nocta, la submarca de Nike creada por la propia estrella canadiense.
Para llegar a esta situación, eso sí, el club ha tenido que sortear una compleja situación financiera. Al final de la temporada pasada, cuando el Venezia afrontaba el tramo final de campaña en la Serie B oteando un ascenso a la élite, asomó la posibilidad real de acabar en quiebra al no disponer de liquidez y tener que volver a empezar desde cero compitiendo en la cuarta categoría italiana.
La situación era dramática, pero apareció entonces el famoso rapero canadiense Drake, para salvar al club con una multimillonaria inversión que le permite ahora competir con la Juve, Milan o Inter. Casi 44 millones de dólares –40 de euros– puso encima de la mesa para aportar la liquidez necesaria en el momento justo. El rapero no sólo invirtió directamente en el equipo, sino que también se aseguró de que su marca Nocta se convirtiera en patrocinadora oficial del club.
Las camisetas, sin embargo, han sido muy criticadas por parte de la afición al considerar que han perdido el toque estético y de vínculo con la ciudad que Kappa había conseguido inculcar desde hace varios años, colocándolas entre las más vendidas del mundo.
Drake, aunque conocido también por su interés en otras entidades deportivas como los Toronto Raptors en la NBA, dio su salto al fútbol a través del grupo APEX, una firma de inversión deportiva respaldada por más de 100 atletas, que intervino para gestionar la crisis financiera del club.
Pero la pieza más importante del club es Duncan Niederauer. Llegó al Venezia en 2015 y se hizo con el dominio del club en 2020. En 2021 ya dejó una imagen para el recuerdo, tirándose al agua de la Laguna de Venecia celebrando el ascenso a Serie A mientras era jaleado por el resto de aficionados. Cambió el traje y la corbata por el chándal del club hasta convertirse en un hincha más. Su presencia en los partidos está alejada del palco. Cerveza en mano, gafas de sol y en el fondo del estadio es un miembro más de la hinchada veneciana.
Tenía 26 años cuando entró en Goldman Sachs en 1985, una de las entidades financieras más potentes del mundo. Empresa de la que se convirtió en socio en el año 2000 y siete años más tarde se convirtió en el director ejecutivo de la Bolsa de Nueva York. Justo en el momento más convulso, con la crisis inmobiliaria de 2008 a punto de estallar. Sin embargo no fue esa la gestión que más se le criticó: no confió en Facebook como empresa justo antes de que explotara, convirtiéndose en una de las más rentables del momento. Esa fue su verdadera losa.
Diversificó su fortuna en varios negocios de los que es propietario o accionista antes de llegar al fútbol. Aunque no fue el motivo principal por el que llegó a Italia. Desde 2013 el empresario adquirió por algo más de un millón de dólares una finca vinícola en San Casciano dei Bagni, en la Toscana, donde produce vino Sangiovese. Después conoció Venecia y el club de la ciudad. Ahora ya son inseparables.
Un propietario y presidente poco ordinario, al que el aficionado puede ver a su lado viendo el fútbol. Un equipo que luce diferente con el dinero y la ropa también de Drake que quiere evitar el descenso y consolidarse en la máxima categoría. En definitiva, un rapero y un «Lobo de Wall Street» que intentan consolidar al Venezia en la élite del fútbol italiano. Después de las tres primeras jornadas, el equipo ocupa puesto de descenso con dos derrotas (Lazio y Torino) y un empate (Fiorentina). Este fin de semana visitan al Milan, otro de los clubes subidos al dólar.
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