Siguiente paso
El futuro de Rubiales, inhabilitación a la vista
El CSD recurrirá al TAD para que el presidente de la RFEF sea inhabilitado y frenar la rebelión
Luis Rubiales ha decidido morir matando. El todavía presidente de la Real Federación Española de Fútbol ha obviado la unanimidad social, política, mediática, deportiva... en torno a su comportamiento en la celebración del Mundial y ha decidido no dimitir. Eso provoca que su situación quede en manos del siguiente paso que decida dar el Gobierno y todo apunta a que el Centro Superior de Deportes (CSD) va a recurrir al TAD -Tribunal Administrativo del Deportes- para que Rubiales pueda ser inhabilitado. Desde el CSD se asegura que la posición con respecto a este tema será inflexible. Y más después de que la Fiscalía de Madrid haya denunciado a Luis Rubiales por agresión sexual.
Y es que la rebelión de Luis Rubiales ya tuvo respuesta del Gobierno antes de que el todavía presidente de la RFEF anunciara, hasta en cinco ocasiones, que no tenía ninguna intención de dimitir. El Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, anunció que "la semana que viene el Consejo Superior de Deportes va a comunicar al TAD la presentación de diversas denuncias" sobre el "caso Rubiales". En las cuatro denuncias, además de la de la Fiscalía, que existen contra Rubiales se reclama su inhabilitación en el puesto por besar en los labios a la futbolista Jenni Hermoso, sin consentimiento de ésta. Ese paso del CSD es decisivo para el todavía responsable federativo, ya que si el TAD considera que este ha incumplido algún punto de la Ley del Deporte, y le abre expediente, el CSD puede proceder a su inhabilitación inmediata. Las cuatro denuncias que ha recibido el CSD son las de Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe; la de Sumar, el partido político encabezado por Yolanda Díaz; la del ex árbitro Xavier Estrada Fernández, y la de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F).
En caso de inhabilitación con la nueva Ley del Deporte, Luis Rubiales tendría que enfrentarse a diferentes sanciones por la comisión de infracciones consideradas muy graves. Entre ellas está una multa entre 3.000 y 30.000 euros; prohibición de acceso a los estadios por un periodo de cinco años; inhabilitación entre 2 y 15 años y suspensión de licencia federativa por el mismo periodo.
A pesar de la renuncia a dimitir, la presión sobre Luis Rubiales va más allá de las fronteras de España. La FIFA también le ha abierto un expediente disciplinario y la única gran institución que todavía no le ha cuestionado es la UEFA, de la que todavía es vicepresidente. La FIFA, a través de su Comisión Disciplinaria, considera que "los hechos podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA". En estos artículos, la FIFA avisa que las federaciones, los clubes, los jugadores y cualquier miembro deberán "respetar los principios de juego limpio, lealtad e integridad". En concreto, en el punto 13.2 asegura que "podrán imponerse medidas disciplinarias a toda persona que lleve a cabo alguna de las siguientes acciones: violar las normas básicas de la conducta cívica; insultar a una persona física o jurídica de alguna manera, especialmente mediante lenguaje o gestos ofensivos; servirse de un evento deportivo para realizar manifestaciones de índole distinta a la deportiva; adoptar una conducta que desprestigie al fútbol o a la FIFA; modificar activamente la edad de los jugadores en los documentos de identidad que estos últimos presenten en las competiciones en las que existe un límite de edad".
Desde el Gobierno se ve "lógica" la decisión de abrir expediente a Rubiales por parte de la FIFA "ante hechos inaceptables y graves".