Uruguay se marcha del Mundial y despide a una generación gloriosa que no pudo darse el último homenaje de jugar contra Brasil en los octavos de final de un Mundial. Cayeron después de derrotar a Ghana porque Corea se impuso a una selección portuguesa que ya estaba clasificada.

Uruguay hizo lo que tenía que hacer, ganar su partido, aunque para ello tuviera que prescindir de muchos aquellos jóvenes que acompañaron a Forlán hasta las semifinales del Mundial 2010.

Forlán estaba en el estadio, pero ahora como comentarista. Y aquellos jóvenes son ahora veteranos cerca de la jubilación que han ido desapareciendo de las alineaciones. Muslera, el portero, no ha jugado ni un minuto en el torneo, Cavani y Luis Suárez se han alternado en la delantera como complementos de Darwin Núñez. Y Godín y Cáceres, que fueron titulares en el primer partido, no salieron del banquillo cuando Uruguay se jugaba la vida en el torneo.

Los uruguayos se vieron morir dos veces. Primero, cuando el árbitro señaló un penalti con la ayuda del videoarbitraje que André Ayew desperdició de mala manera. Con una especie de «paradinha» que no consiguió despistar a Rochet, el guardameta uruguayo. Y de manera definitiva cuando Corea consiguió remontar su partido ante Portugal.

Entre medias Giorgian De Arrascaeta mantuvo la ilusión de la celeste. No jugó en el primer partido contra Corea del Sur y media hora le dio Diego Alonso, el seleccionador, en el segundo encuentro ante Portugal. Pero el jugador del Flamengo le dio la victoria contra Ghana. De Arrascaeta marcó los dos goles uruguayos en el partido y los dos únicos que han conseguido en el torneo.

Buscaron el tercero a la desesperada cuando ya no les quedaba más remedio que marcar otro para seguir vivos. Pero lo hicieron con más ganas que acierto. Ni siquiera esperaron a que llegaran todos al remate para sacar el último córner. Uruguay despide con pena a su mejor generación.