Sección patrocinada por: sección patrocinada

Testigo directo

Mundial de Qatar 2022: ¿Dónde caben tantos argentinos?

Si vas al Zoco, te encuentras camisetas albicelestes y camisetas maradonianas. Si sales del centro, puedes ver un coche con una bufanda de Argentina o familias envueltas en su bandera

Aficionados argentinos, cariacontecidos por la derrota
Aficionados argentinos, cariacontecidos por la derrotaRodrigo JiménezAgencia EFE

Para saber dónde hay un Mundial de fútbol solo hay que seguir la línea albiceleste que marcan las camisetas de los aficionados argentinos. Incluso en este Mundial de Qatar, que es el más artificial que se recuerda. Los mueve la ilusión de ver el Mundial de Messi, aunque se hayan estampado a la primera.

Los aficionados qataríes abandonaron el partido inaugural cuando fueron conscientes de que la victoria de Ecuador era bastante más que una intuición. No se han comprado una Copa del Mundo para ver perder a su selección a la primera. En el segundo día del campeonato se abrieron las puertas de otros estadios para que el mayor espectáculo futbolístico no ofreciera una imagen lamentable de desinterés y abandono.

Eso no le pasa a Argentina. Es complicado ver a aficionados de selecciones que no sean la local, aunque te puedas cruzar con banderas marroquíes o tunecinas. Pero argentinos hay en cualquier lugar. Si vas al Zoco, ves camisetas argentinas y pelucas maradonianas. Si sales del centro, puedes encontrar algún coche con bufandas de Argentina y familias que van a cenar envueltas en su bandera.

Son pocas las aficiones que se dejan ver. Hubo galeses y se espera a brasileños y a mexicanos. Se habla de una cantidad de aficionados del “tri” capaz de llenar un par de estadios qataríes. El viaje no es barato ni cómodo y no hay tanta gente que pueda permitírselo. Tampoco las fechas ayudan porque no se juega en periodo vacacional.

El Mundial llega a destiempo para los futbolistas y para los aficionados. Pero Argentina es diferente. Dicen que en cualquier lugar te encuentras un gallego, pero cuando llegó el primer gallego seguro que ya le estaba esperando un argentino.