Real Madrid
Lopetegui: El momento de la verdad
Con 18 años llegó al Madrid como portero. Con 51 vuelve como entrenador.
Con 18 años llegó al Madrid como portero. Con 51 vuelve como entrenador.
A los 18 años, con pena y según reconoció después, sin pensarlo en exceso, siguiendo una intuición, Lopetegui se marchó a Madrid para jugar en los filiales blancos mientras hacía la mili de voluntario. Era un hombre apegado a su casa, a su padre, un famoso levantador de piedras, y más apegado aún a su madre y a sus hermanos y hermanas. Pero le llegó la hora de marcharse y desde entonces comenzó un viaje por varios equipos de la Liga española, siempre dispuesto a aprender y a seguir avanzando. No tuvo oportunidades en el Madrid y se marchó a Las Palmas, al Logroñés, después al Barcelona y por último al Rayo.
Este verano, sin embargo, sí que lo pensó mucho más cuando otra vez le llamó el Real Madrid. Con 18 años era un chavalín que nunca había salido de casa, que jugaba de portero desde sólo hacía cinco años y que ya mostraba maneras, pero aún tenía mucho camino por recorrer. Este verano, con 51, la llamada del Madrid le ha cogido ya maduro en el mundo del fútbol, quizá en la edad en la que el conocimiento y la capacidad alcanzan su punto máximo.
Los que fueron sus compañeros como futbolistas le recuerdan mandando siempre en la portería, con una visión ya cercana al entrenador. Él sabía que quería seguir ligado al fútbol, por eso se sacó el carné de entrenador y enseguida Iñaki Sáez le reclamó para entrenar a los porteros y más tarde se convirtió en un hombre de la Federación. Hay entrenadores que surgen de repente, como el caso de Zidane, y hay otros que se hacen por un camino más largo, aprendiendo de cada experiencia. Lopetegui es de los segundos.
Avalado por los jugadores de la Selección, encarna lo que el Madrid buscaba este verano: un entrenador con un nuevo impulso, conocedor del fútbol español y con las ideas muy claras. Julen ha llegado al Madrid para cambiarlo. La tercera Champions se logró con mucho sufrimiento y después de descolgarse en la Liga antes de tiempo. Fue una temporada exitosa, pero necesitaba retoques. La salida de Zidane obligó a cambiar de planes drásticamente y Lopetegui parecía el indicado.
De joven le gustaba jugar a la pelota y aprendió algunos platos de cocina en el asador que tienen sus padres. Fue en su juventud en Madrid cuando le enseñaron a jugar al mus, pero lo que le sigue gustando es volver a su pueblo Asteasu, donde de pequeño jugaba en la plaza. En ese pueblo también nació el escritor Bernardo Atxaga. En su único Mundial, en 1994, Lopetegui se llevó para leer su libro: la novela «Un hombre solo».
En cambio, el primer día de entrenamiento este verano con el Madrid llevó «La ciencia del lenguaje positivo».
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