¡Hasta 2029!
Fermín renueva con el Barça y lo celebra con el saludo militar: ¿Qué significa este gesto que no gusta a todos los culés?
El onubense amplía su contrato hasta 2029 con una cláusula de 500 millones de euros
El centrocampista del Barcelona Fermín López ha renovado este jueves su contrato con la entidad azulgrana, que vencía en 2027, por dos temporadas más, hasta el 30 de junio de 2029, y con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros, según ha anunciado el club. El futbolista azulgrana ha firmado su nuevo contrato este mismo jueves en un acto con el presidente de la entidad, Joan Laporta; el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste; el directivo responsable del fútbol formativo, Joan Soler; y el director deportivo, Anderson Luis de Souza 'Deco'.
El centrocampista de El Campillo (Huelva), de 21 años, llegó a La Masia en la categoría cadete procedente del Betis, quemó todas las etapas en el fútbol base azulgrana y, después de salir cedido la campaña 2022-2023 al Linares de la Primera RFEF, se afianzó la temporada pasada como una pieza importante en el primer equipo. Tras debutar en partido oficial el 27 de agosto de 2023 en la victoria frente al Villarreal en LaLiga EA Sports, Fermín ha firmado once goles y dos asistencias en 48 partidos con el primer equipo del Barcelona.
Y para celebrarlo, el onubense volvió a realizar su gesto más característico. Lo hizo durante la pasada temporada, en la Eurocopa y en la conquista del oro en París y ayer, volvió a llevarse su mano a la frente para festejar no un gol sino su renovación con un saludo militar que ya forma parte de su ADN.
No es extraño ver a los jugadores haciendo el saludo militar tras lograr un gol, lo ha hecho Salva Ballesta, Pablo Sarabia e incluso Cristiano Ronaldo. En ocasiones, incluso ha llegado a ser sancionado por la UEFA, como en 2019 cuando la imagen de los jugadores turcos haciendo el saludo militar para festejar el gol que le valió la victoria 1-0 ante Albania por las eliminatorias de la Eurocopa provocó una investigación y amonestación por parte del organismo que rige el fútbol europeo.
¿Pero cual es el origen de este saludo que el centrocampista repite con cada gol?
En el caso de Salva Ballesta el saludo castrense viene de la vinculación de su familia con las Fuerzas Armadas y su gesto se hizo tan popular que llegó a ser nombrado embajador de la marca Ejército. Algo similar ocurrió con Pablo Sarabia, que explicó la celebración del gol que marcó a Croacia en los octavos de final de la Eurocopa 2020, con un saludo militar dedicado a su familia. "Mi padre era militar y es una forma de dedicarle el gol a él y a mi hermano que es Guardia Civil. Fue dedicado a ellos", afirmó.
Sin embargo en el caso de Fermín la razón parece ser más futbolística. Lo ha hecho solo, como ayer, pero también acompañado de algunos de sus compañeros como Lamine Yamal o Pau Cubarsí.
Homenaje a dos leyendas
El motivo parece estar en dos leyendas azulgranas. El de Campillo nunca ha explicado el motivo de sus celebración pero solo se trata al parecer -como ya hiciera imitando a Messi con su gol en el Bernabeu- de una especie de homenaje a dos jugadores históricos del Barça: Thierry Henry y Samuel Eto'o. El francés y camerunés festejaron en varias ocasiones haciendo el saludo militar, algo que ha querido emular el joven jugador blaugrana.
Los dos míticos delanteros realizaron la celebración en un par de ocasiones y antes de que Fermín y Lamine repitieran el saludo militar, Kessié y Aubameyang ya habían realizado también.
Un gesto que no parece agradar a todos los culés y que ha sido criticado en redes sociales a lo largo de la temporada. "¿A que viene ese saludo militar? Ya sé que son jóvenes, que al celebrar están contentos y requiere hacer alguna extravagancia, al final nada nuevo. Yo creo que el Barça debería tener un pedagogo que les contara y corrigiera estos detalles", llegó a escribir un usuario en "X".
¿De dónde viene este saludo con la mano derecha en la sien?
El saludo militar común, es decir, llevándose los dedos a la sien, se cree que surgió durante la Edad Media, con la costumbre de descubrir el rostro al saludar a un compañero de armas. Y es que, para enseñar la cara, los caballeros medievales debían subirse la visera de los cascos metálicos. Cuando se dejó de usar este tipo de yelmo con visera, los soldados mantuvieron la costumbre como una muestra de cortesía y respeto.