Granada
«De Ancelotti hay que aprender los planteamientos tácticos»
Francisco, de 35 años, el pequeño de la categoría se mide mañana contra el Real Madrid de Ancelotti, uno de los técnicos más prestigiosos del mundo
¿Estás seguro de que el sistema de juego que propones es adecuado a las características de tus jugadores? «Sí y siempre tengo mi filosofía. La voy a mantener, aunque no hay que olvidar que el rival existe. No me ha costado hacer variaciones y sé que no puedo tratar de cambiar cada día sin contar con los jugadores»
¿Estás seguro de que la programación del trabajo es suficiente para mejorar las cualidades individuales y colectivas de los jugadores? «Sí, pero nunca es suficiente, siempre hay que buscar más».
¿Estás seguro de que los jugadores están convencidos y son conscientes de lo que hacen? «Sí. Trato de conectar con ellos. Siempre intento estar atento a esto. Si veo que no lo están, cambio la forma de aproximarme».
¿Estás seguro de que el grupo es compacto, sólido y de que está haciendo de verdad todo lo que puede para lograr el objetivo marcado? «Sí. Es una pregunta que te haces continuamente».
Carlo Ancelotti, 54 años, jugador de la Roma y el Milán, ganadrod de dos Copas de Europa, entrenador del Parma, del Juventus, del Milan, del Chelsea, de PSG y del Madrid, ganador de otras dos Copas de Europa, se hizo esas preguntas en su primer equipo, el Reggiana. Hace 18 años, tenía 36, era un ex futbolista con un gran historial y un entrenador primerizo, por primera vez al mando de un equipo. Y había empezado terrible. «Adopté una actitud autocrítica», asegura en el libro, «Mi árbol de Navidad» que ha presentado esta semana, y se hizo esas cuatro preguntas.
Francisco Rodríguez cumplió 35 años el 26 de septiembre. Cuando Ancelotti comenzó a entrenar tenía 17 años y llegó al Plus Ultra. Era un futbolista con cierto talento, que comenzaba una carrera en la que jugaría en Primera. Este verano, cuando estaba de vacaciones en la playa, planeando la temporada del filial del Almería, el presidente del club le llamó y le dijo que tenía que coger el mando del primer equipo. Es el técnico más joven de la categoría. Jugó en el Polideportivo Ejido, en el Almería, Albacete en Primera, en el Granada 74, el Alicante y el Orihuela. Ha entrenado al Almería B y al Almería 13 partidos. Los diez primeros no ganó. Las de arriba sus respuestas a la preguntas que se hacía Ancelotti hace 18 años.
Mañana se encuentran ambos. El entrenador que empieza en la élite y el que lo ha vivido todo. «Yo no tengo la experiencia de Ancelotti, pero la que conseguí como jugador me está sirviendo de mucho. Al final, el fútbol no cambia, todo lo que rodea, lo que envuelve, el vestuario es lo mismo en todas las categorías. Lo que varía es la calidad de los jugadores», asegura Francisco a este periódico. El club, tras no llegar a un acuerdo para la continuidad de Javi Gracia, ahora en Osasuna, quería un técnico que apostase por la cantera y nadie mejor que el del filial. Francisco aceptó el reto: en el vestuario se encontró con futbolistas con los que había jugado como Corona y otros, como el portero Esteban, un clásico de la Liga española, que es mayor que él. En el Reggiana, Ancelotti también llegó con sus conocimientos de futbolista y su experiencia al lado de Sacchi. Ahora ve con perspectiva aquella época: «A menudo se piensa que, después de muchos años, los futbolistas tienen conocimientos suficientes para entrenar a cualquier nivel. Se equivocan: la experiencia como jugador puede ayudar a dirigir las relaciones interpersonales con los futbolistas, esto es todo», escribe. No es poco: «La cercanía con el jugador es buena y me está ayudando bastante», continúa Francisco.
Ancelotti tuvo de maestro a Sacchi, un revolucionario del fútbol y le costó deshacerse o adaptar unas ideas que habían triunfado en el fútbol y que todos seguían. Lo ha repetido: no es hasta cuando está en la Juve, su tercer equipo, después de no haber aprovechado a Zola o a Baggio, no es hasta Zidane, cuando: «Por primera vez puse el equipo o mejor dicho, las características de sus miembros en el centro del proyecto y abandoné mi querido 4-4-2 para pasar al 3-4-1-2», recuerda el ahora entrenador madridista. Francisco ha aprendido la lección antes: «Al final, tenemos que saber con los jugadores que contamos y adaptarnos a ello», cuenta. Dice que a él le marcó Emery cuando éste estuvo el Almería. «Era muy cercano al jugador y me cambió mi forma de entender el fútbol. Te mantenía enchufado todo el día». Ahora, como todos, picotea de los entrenadores. De Ancelotti también: «Me parece muy bueno llevando grupos y creo que es uno de los mejores tácticamente: consigue el equilibrio, ocupar perfectamente los espacios del campo. Hay que aprender sus planteamientos tácticos».
Si el comienzo de Ancelotti en el Reggiana fue terrible, cuatro puntos en siete partidos, no fue mejor el de Francisco Rodríguez con el Almería. De los primeros diez partidos, logró tres puntos. «Para empezar-escribe Carlo- aún no poseía los instrumentos que da la experiencia y que me habrían ayudado a saber qué rumbo tomar y cómo comportarme. Por si fuera poco, un despido, justo al principio de mi carrera, habría sido terrible». «El miedo hay que conocerlo, tratarlo-dice Francisco-. Tras 10 jornadas sin ganar, es posible que me hubieran despedido. Me he tenido que proteger de lo que envolvía al equipo».
Se salvó, por ahora. No sueña con hacer una carrera como la del técnico del Madrid. No ve más allá, dice, del partido de mañana. «Sólo quiero crecer, estar preparado». Es su primer año, 18 lleva el italiano. El futuro no se puede contar, pero como Ancelotti en el Reggiana, contestó sí a las cuatro preguntas. «Entonces pensé, y sigo haciéndolo, que cuando la respuesta es SÍ- escribe en ''Mi árbol de Navidad''-, el entrenador debe seguir creyendo en su trabajo y continuar su camino, porque los resultados no tardarán en llegar, es sólo cuestión de tiempo».