A puerta cerrada
La contundente petición de la Fiscalía para proteger a la víctima de Dani Alves
El juicio contará con las mismas medidas que ya se adoptaron en las manadas de Pamplona o Pozoblanco.
El "caso Alves" entre en su fase final y la Ciudad Condal se prepara para acoger el juicio más mediático de los últimos años. La Audiencia de Barcelona juzgará los días 5, 6 y 7 de febrero del próximo año al futbolista Dani Alves, a quien la Fiscalía acusa de violar a una joven en un reservado de una discoteca de la capital catalana el 30 de diciembre de 2022 y para quien pide nueve años de cárcel. Un juicio en el que la protección de la presunta víctima será clave.
Tal y como cabía esperar, la Fiscalía ha solicitado que las tres sesiones del juicio se celebren a puerta cerrada, lo que significa que solo estarán presentes el tribunal, el letrado de la administración de Justicia, el fiscal y los abogados de la acusación particular y de la defensa del jugador, junto con los procuradores. La Fiscalía ha argumentado que esta medida es necesaria para proteger a la víctima, no solo su imagen o voz, sino también su privacidad y seguridad.
En el juicio, se espera que declaren un total de 22 testigos, incluyendo al propio Alves, así como a peritos que explicarán los informes médicos de la víctima y los daños que sufrió. También se visionarán imágenes captadas en la puerta de la discoteca y por agentes de los Mossos d'Esquadra que acudieron a atender a la mujer.
La Fiscalía de Barcelona ha pedido nueve años de prisión para Dani Alves por un delito de agresión sexual con penetración, cometido la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022 en la discoteca Sutton. Además, también ha solicitado 10 años de libertad vigilada y una indemnización de 150.000 euros para la víctima, de 23 años. Esta cifra quedó consignada en el juzgado. La defensa de la joven, por su parte, solicita la pena máxima: 12 años.
El juicio contra Dani Alves es uno de los más mediáticos en Barcelona de los últimos años y ha generado un gran interés en la opinión pública. La protección de la víctima y su privacidad es un aspecto clave en este caso, por lo que la Fiscalía ha pedido que las sesiones del juicio se celebren a puerta cerrada. El tribunal debe tomar una decisión al respecto en los próximos días si antes no se alcanza un acuerdo de conformidad que libraría a Alves del banquillo.
Así será el juicio de Dani Alves
Durará tres días en los que la protección de la víctima será clave. Según estable el Estatuto de la Víctima, el tribunal podrá evitar la confrontación visual de la víctima con el encausado cuando le genere "terror, humillación o sufrimiento". Para ello se conseja la utilización de parabanes, biombos, con la posibilidad de utilización de las tecnologías de la comunicación. En este sentido se establece que se debe garantizar la audiencia de la víctima sin su presencia en la sala de vistas mediante la utilización de la tecnología como declaración de la víctima a distancia, en dependencias adecuadas y/o separadas o mediante videoconferencia. También se deben evitar las preguntas relativas a la vida privada o sobre datos que puedan facilitar su identificación y el juez podrá decretar que se celebre si presencia de público tal y como ha solicitado la Fiscalía.
La letrada de la joven ya solicitó a la sala que adoptara medidas para proteger a la joven el día del juicio, como que tenga acompañamiento profesional y se evite la confrontación visual con el acusado.
Es decir el juicio se celebrará a imagen en semejanza de "La Manada" de Pamplona. El 13 de noviembre de 2017, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Navarra, que juzgó el caso de la violación grupal sufrida por una joven madrileña durante los Sanfermines de 2016, decidió que todas las sesiones se celebrasen a puerta cerrada para evitar una exposición mediática que podía perjudicar la intimidad de la víctima y los acusados.
Asimismo, el tribunal añadió la prohibición de divulgar las actas de declaración que sí se entregaron a las partes y solicitó que la joven denunciante acudiese a su declaración protegida por la Policía Foral y accediese por una zona "protegida y no visible". Así, la joven, que tenía 18 años cuando ocurrieron los hechos, declaró ante el tribunal sin mantener contacto visual con los cinco acusados, que siguieron el interrogatorio desde una sala anexa a través de un sistema de videoconferencia.
Lo mismo ocurrió en 2019 cuando la víctima de los abusos sexuales sufridos por parte de cuatro miembros de La Manada en Pozoblanco (Córdoba) en mayo de 2016, tuvo que comparecer ante el tribunal. La joven declaró tras una mampara para no tener contacto visual con los acusados en un juicio que también se celebró sin público.
El juicio de Dani Alves también se realizará bajo tres parámetros clave: puerta cerrada, prohibición de imágenes y limitación de las informaciones.
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