Celta-Real Madrid (0-1): De nuevo Bellingham

No metió gol Vinicius porque no le dio tiempo. Se lesionó demasiado pronto, tras una gran carrera. No hizo un tanto tampoco Rodrygo, el mejor en el ataque del Real Madrid, llegando desde la izquierda, pero falló un penalti. Tampoco hizo el gol Joselu, el nueve de emergencia, que tiene pinta de que va a jugar muchos minutos. No fueron ellos porque, ahora mismo, en el Real Madrid, casi todos los goles los mete Jude Bellingham.

Marcó en San Mamés, contra el Almería y en Balaídos cuando más lo necesitaba el Real Madrid de Ancelotti, después de fallar un penalti y dar la sensación de que le costaba demasiado hacer daño en la portería rival. Bellingham, que no estaba teniendo su mejor día, resolvió en el momento que había que hacerlo. Un saque de esquina, que tocó Joselu y al que llegó al segundo palo el goleador futbolista británico.

Lo de Bellingham es lo que se dice caer de pie. La camiseta del Real Madrid pesa hasta acabar con algunas carreras, pero algunas veces, para los elegidos, vestir la camiseta del Real Madrid da el último impulso para convertir a los buenos en especiales. Bellingham está en ese punto. Todo lo que toca se convierte en oro y gracias a él, el Real Madrid ya suma tres victorias en los tres primeros encuentros de LaLiga.

Es verdad que tiene asuntos que resolver: la (se supone) leve lesión de Vinicius dejó una sensación de orfandad en la delantero durante muchos minutos. Luego Rodrygo intentó borrarla con éxito, hasta que no eligió nada bien a lanzar la pena máxima.

Tiene un problema de crear ocasiones el equipo de Ancelotti. Le pasó durante la primera mitad. Con el equipo habitual volvió a hacerse con el campo poco a poco, pero casi nunca consiguió romper al ordenado Celta. El equipo de Benítez, en cambio, estuvo muy cerca de hacer daño, pero el VAR consideró que hubo falta a Kepa cuando despejó con el puño muy flojo. Pasó que le agarraron de la camiseta.

El choque no rompió hasta la segunda mitad, con más intensidad y el Madrid más suelto con Modric y Kroos en el campo. Hasta ahora el plan de Ancelotti ha sido siempre el mismo: si están bien, los jóvenes primero. No está claro si es lo mejor. Lo más claro es dársela a Bellingham.