Dijo Arbeloa, ayer por la mañana, cuando llegó a la concentración de la Selección española, que estaba cansado de responder a preguntas sobre la suplencia de Casillas en el Real Madrid: «No tengo nada que decir de Iker. Es un tema que cansa por decir siempre lo mismo». Pero ahora se trata de España y no del Real Madrid: la Selección juega el viernes en Helsinki, ante Finlandia, un partido de clasificación para el Mundial de Brasil y más que nunca parece peligrar la titularidad del guardameta. Ayer Del Bosque dio una pista. Por la tarde, en el primer entrenamiento, el seleccionador hizo dos equipos. Uno con peto y otro sin él. En el de los petos jugaban: Jordi Alba, Sergio Ramos, Raúl Albiol, Koke, Iniesta, Xavi, Silva, Navas, Negredo y Soldado. Lo único que sonaba raro era Koke en la banda derecha. El portero, por cierto, era Víctor Valdés. En el otro equipo, con Iker y Reina turnándose en la portería, estaban los teóricos suplentes, aunque habrá que ver qué sucede con Arbeloa y si Cesc no termina de convencer a Del Bosque.

«Iker se siente importante tanto en la Selección como en el Real Madrid», explicó por la mañana Sergio Ramos. Ayer se sintió un poco menos fundamental. La suplencia en el Real Madrid puede empezarle a pasar factura también en la Selección, donde el entrenador siempre ha defendido que con él hay que tener un trato especial, por todo lo que significa. Es decir, que le va a seguir convocando, pero quizá no va a jugar tanto como hacía antes. A Casillas no le ayuda el espectacular momento de forma que está viviendo Víctor Valdés, fundamental en el Barcelona. «No hay debate en la portería con Iker, Víctor ni Pepe. Son tres porterazos. Lo que decida el míster nosotros lo apoyamos», había dicho Arbeloa, antes de cansarse del tema, también por la mañana. «En la Selección son tres buenos porteros los que hay, no sólo está Iker o Víctor, también está Pepe. La portería está bien cubierta y es una decisión del entrenador», añadió Negredo. El debate puede cansar, pero no se ha cerrado.