El Atlético se estrella contra Fernando y no puede con el Almería (1-1)

Fernando fue el muro contra el que se estrelló el Atlético en la segunda parte. Se hizo enorme para detener los disparos de Morata y de Correa en dos contraataques casi consecutivos, pero el portero del Almería no es la única razón para que el Atlético no pudiera derrotar al equipo de Rubi.

El Atlético corrigió errores de los últimos partidos y entró concentrado en el partido. Tanto que a los 18 minutos ya se había puesto por delante en el marcador. Griezmann dejó pasar una entrega de Kondogbia y permitió que Correa rematara con la izquierda el golo que ponía por delante a su equipo. La maniobra del francés estaba cargada de inteligencia y de intención y demostraba por qué ha sido el jugador más importante de la Francia subcampeona del mundo.

Da igual que se pinte el pelo de fucsia o que lo sitúen más cerca o más lejos del área. Griezmann siempre es determinante, aunque no puede evitar que a su equipo se le hagan largos los partidos.

Se le alargan los encuentros porque se le alarga el campo. Parece inevitable que el Atlético viva durante varios minutos encerrado en su campo, da igual que juegue contra el Barcelona o contra el Almería.

Aunque todo podía haber sido diferente si a Kondogbia no le hubiera podido el impulso de ir a rematar un disparo de Marcos Llorente que iba camino de la portería. El francés estaba en fuera de juego y el árbitro anuló el gol.

No tardó mucho el Almería en marcar el tanto del empate en un impresionante remate de cabeza de El Bilal a centro de Robertone. El Almería ya estaba crecido y el Atlético, encogido, con dificuitades para salir de su campo. El Almería se apoyaba sobre todo en el dominio de Robertone en el centro del campo y en las llegadas de Embarba y de Baptistao por las bandas.

Robertone ponía balones a sus delanteros que no acabaron llegando a nada, pero que asustaron al Atlético. Simeone cambió el esquema de juego para defender con cinco. Se trataba de contener las llegadas por los costados y ser un equipo menos vulnerable.

A pesar de eso, pocas fueron las oportunidades en las que Oblak tuvo que intervenir. Mucho más se vio a Fernando, el guardameta del Almería.

Porque el Atlético no tenía ya el control del partido, pero sí se lanzaba hacia la portería contraria con insistencia en los contraataques. La entrada del canterano Pablo Barrios por Koke dio más versatilidad al juego del Atlético y la de Morata, más presencia en el área del Almería. Esa era la idea de Simeone al dar entrada a un «9» puro en la segunda mitad. Pero Morata no fue capaz de solucionar el problema del Atlético en el remate.

Durante mucho tiempo, una de las carencias del equipo de Simeone era su incapacidad para generar juego y ocasiones de gol. Marcaba uno y se echaba atrás. Ahora las genera, pero le falta la puntería para definir los partidos.

Ocasiones creó, especialmente en la segunda mitad. Con espacios para correr, Marcos Llorente encuentra el mejor escenario para explotar sus cualidades. Y lo hizo a la carrera, pero con la precisión necesaria para llevar la pelota a sus delanteros. La precisión que le faltó, por ejemplo, a Morata, para mandar a la portería el balón que le puso en la cabeza sin nadie que le molestara.

Esa falta de acierto en el remate la paga el Atlético, que sólo ha ganado uno de los tres partidos que ha jugado en Liga después del Mundial. Pero no es lo único que tiene que corregir. Empieza a ser costumbre que el equipo del Cholo termine los partidos con diez. En Almería fue Reguilón el que se ganó dos amarillas en menos de media hora. Su expulsión no cambió el partido, pero el Atlético sí necesita cambiar para mejorar.

Alineación del Almería: Fernando; Pozo, Ely, Chumi, Akieme; Robertone, Samu, Melero; Embarba, Baptistao y El Bilal.

Alineación del Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Witsel, Hermoso, Reinildo; Kondogbia, Koke, Llorente, Lemar; Correa y Griezmann.