Fútbol
Almería-Real Madrid (1-3): Bellingham es el líder
El Real Madrid gana en Almería con su gran fichaje como goleador. Empezó perdiendo y acabó remontando. Vini marcó el tercero
Hay un debate alrededor del Real Madrid (cuándo no hay debate alrededor del Real Madrid) acerca del número nueve. Sin Karim Benzema, sin el número en ninguna camiseta y con Mbappé en proceso de reconciliación con el PSG, la duda es si se puede competir sin un delantero puro titular.
La respuesta, ahora mismo, del equipo de Carlo Ancelotti,es que sí, que por supuesto... si cuentas con Bellingham en tus filas. Es el gran fichaje de LaLiga española: joven, pero con experiencia, físico, pero con talento; centrocampista, pero con gol. Bellingham estuvo en todas las jugadas del ataque del Real Madrid en el campo del Almería. Hizo los dos primeros tantos y dio el pase del tercero a Vinicius. La camiseta del Real Madrid pesa, por el ruido, porque centra todas las miradas y hay que ser primero, muy fuerte para aguantar esa presión y ya un fuera de serie para pasar por encima, para flotar como está haciendo el futbolista inglés en su estreno en el Real Madrid. Marcó en San Mamés y en un partido que no estaba siendo cómodo para los de Ancelotti en Almería, remontó el partido.
Lo hizo como delantero, con dos remates en el área pequeña, el primero aprovechando un balón que le llegó como de casualidad y el segundo, apareciendo como un cohete desde atrás y rematar por encima un lento portero rival, un preciso pase de Kroos, muy de los suyos. También Bellingham, antes, había dado un pase a Kroos, para que marcase, pero el VAR anuló el tanto.
Así que el Real Madrid, en este comienzo, es Bellingham. Porque el inglés le resuelve cualquier problema que se le plantea. No importa que Vinicius esté aún frío, que de la sensación de que siempre da un toque de más (menos en el gol, que dio el toque justo) o que en defensa, al Madrid le cueste todavía un poco, pese al buen comienzo de Carvajal en la derecha. Da la impresión de que Alaba y Rüdiger necesitan más tiempo y que a Lunin se le está acabando el suyo. Fue titular, pero no da sensación de seguridad.
El Real Madrid fue irregular, pero contundente. Irregular porque permitió llegadas del Almería, no cerró del todo bien. Se vio ya nada más comenzar el choque, en la primera contra: bajó tarde Toni Kroos, titular por Camavinga, y Arribas, no podía ser de otra manera, cabeceó muy solo a gol.
Con el tanto en contra se vieron las virtudes y los problemas del equipo de Ancelotti. Las virtudes: es un equipo que está empezando a presionar lo hace con más consistencia y voluntad que otros años y físicamente van ganando el centro del campo centímetro a centímetro hasta que tiene encerrado al rival en su área y no le da un respiro. El problema, durante gran parte del encuentro, fue que ese dominio de la situación no se transforma en ocasiones claras. Le falta profundidad, porque Vinicius no termina de romper y las apariciones de Rodrygo son demasiado escasas. Brillantes, pero escasas.
Le costó hacer daño, pero cuando lo hizo, fue ya irremediable para el rival. El Almería siguió llegando, de vez en cuando, pero con menos convicción que antes y definitivamente, sacó la bandera blanca cuando el Madrid de Bellingham remontó. Esa impresión da este equipo: es una roca.
Por eso, por ejemplo, Modric no salió, como el otro día, hasta la segunda parte o Brahim sólo al final tuvo sus minutos. El Madrid es Bellingham: fútbol, gol y una presencia física envidiable.
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