Historias del balón
La surrealista historia de “Kaiser”: el futbolista que en 20 años de carrera nunca jugó un partido
Entre los ochenta y los noventa militó en más de una decena de clubes pero jamás marco un gol a pesar de ser delantero. Carlos Henrique Raposo es sin duda la mayor estafa sobre un campo de fútbol
Increíble pero cierto. Carlos Kaiser(2 de abril de 1963), es sin lugar a dudas el mayor impostor de la historia del fútbol. Un personaje que contó con la connivencia de todos los que le rodeaban para convertirse enThe Greatest Footballer Never to Play Football (documental de Louis Myles); es decir, el futbolista más grande que nunca jugó al balompié. Nunca mereció un balón de oro pero podría haber sido un firme candidato al Oscar.
Carlos Henrique Raposo quería ser futbolista, entre otros motivos para llevar dinero a su humilde casa, pero no tenía cualidades para ello. Así que se las ingenió para entrar en el circuito echándole mucho teatro. Y así estuvo más de dos décadas, en las que apenas disputó un puñado de minutos y, por supuesto, nunca anotó un gol, aunque eradelantero, tal y como se describe en el blog “Palabras de fútbol”. Eso sí, incluso se la ingenió para grabar un vídeo con sus mejores “jugadas y goles”. Entre sus supuestos logros, Kaiser habría sido campeón de la Copa Intercontinental de 1984, con Independiente de Avellaneda, ganándole 1-0 al Liverpool FC de Inglaterra (hecho que nunca sucedió).
¿Cómo lograba su engaño?
El objetivo del protagonista era estar el menor tiempo posible en cada equipo, entre tres y seis meses, y cambiar antes de levantar grandes sospechas. Así, dice que pasó por el Puebla, el Botafogo, el Flamengo, el Ajaccio, el Bangu, el Fluminense, el Vasco da Gama, El Paso y el América. Es decir, estuvo la mayor parte de su carrera en Brasil, pero también en México, Francia –increíble su paso por el Ajaccio–, Estados Unidos o Arabia Saudí. Según lo datos de la FIFA, pasó por 11 equipos durante 16 años. Cualquier otro futbolista en ese lapso hubiera jugado no menos de 600 partidos oficiales. Los registros de Raposo indican que entró 14 veces al campo de juego y solo jugó algunos minutos. Un récord que demuestra su encanto como estafador.
¿Cómo fue capaz de engañar a tanta gente sin que nadie se diera cuenta? El ‘modus operandi’ habitual de Raposo consistía en fingir una lesión en la primera sesión de entrenamiento y ver cómo transcurría la temporada desde la enfermería. Seis meses después, un año después, no sin cobrar lo estipulado en el contrato, se iba del club y reincidía en el complicado proceso de ser contratado, lesionarse y cobrar. En 1989, cuando estaba a punto de debutar en el Bangu, por temor a que lo descubrieran, comenzó una discusión con un aficionado del equipo rival para ser expulsado.
Para mantener vivo el interés de los clubes, Kaiser utilizaba todo tipo de trampas y sobornos como pagar a periodistas para que le dedicaran reportajes en la prensa escrita, regalar camisetas oficiales del equipo a grupos de jóvenes para que coreasen su nombre o filtrar ofertas de clubes extranjeros de relevancia. El periodista Rob Smyth revela en su libro sobre el futbolista que incluso llego a simular una conversación telefónica con Josep Lluís Núñez, que supuestamente estaba interesado en traerle al FC Barcelona: “Señor Núñez, ¿puedo llamarle yo dentro de una hora? Justo ahora hemos acabado de entrenar”,dijo sin inmutarse. También es recordado por fingir comunicaciones en inglés con importantes equipos de la Premier, una mentira que fue descubierta cuando un médico que había vivido en el Reino Unido escuchó sus conversaciones sin sentido.
Un Icono del Fútbol Mundial
“Kaiser ha sido una de las figuras más icónicas del fútbol mundial. Solo tenía un problema: el balón”. Así lo recuerda Ricardo Rocha, el central internacional brasileño que militó en aquel Real Madrid de los 90 que perdió las ligas en Tenerife. Lo dice en la película ‘Kaiser! The greatest footballer never to play football’, un documental que repasa la inverosímil trayectoria de Carlos Henrique Raposo, el delantero centro que pasó por los más distinguidos clubs de fútbol de Brasil (Botafogo, Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama, Palmeiras…) y por otros tantos equipos extranjeros sin jugar un solo partido. Es lo que podríamos llamar con cierta dosis de ironía “el falso nueve definitivo”.
Bebeto, Renato Gaúcho o Zico fueron algunos de sus compañeros en la gloriosa historia del futbol brasileño de los 90. Pero nunca recibieron ni un pase de él. Su gran talento nunca estuvo en el campo, sino en el montaje de una realidad alternativa que le permitió formar parte de algunos de los clubes más importantes del mundo.
Dicen que decidió convertirse en futbolista cuando comprobó que las que chicas se volvían locas por ellos. Algo tuvo que ver la necesidad de buscarse la vida y escapar de la pobreza. Los que le conocieron afirma que era más fácil encontrarle en la noches interminables de los clubes de moda que en el campo de entrenamiento. Pero con Kaiser, llamado así por Beckenbauer o por una botella de cerveza del mismo nombre, nunca se sabe. Nunca dijo una sola verdad en su vida. Hasta hace poco más de tres años cuando decidió contar su historia en el libro de Rob Smyth y el documental dirigido por Louis Myles. Nunca fue futbolista pero si un gran actor.
«Los clubes han engañado y engañan mucho a los futbolistas. Alguno tenía que vengarse por todos ellos», sentencia el jugador para defender su increíble pero maravillosa historia.
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