Brasil
Camacho sube enteros
A Del Bosque y a Toni Grande les preocupa mucho el futuro de Javier Miñano, el preparador físico. Con el ex seleccionador seguiría
Vicente del Bosque no ha querido hacer públicas sus predilecciones sobre el posible seleccionador, el sucesor que tiene que enderezar el rumbo de un equipo que, a partir de un estilo consolidado, todavía es muy aprovechable. Sin embargo, no hay que descartar su intervención en privado para que su buen amigo José Antonio Camacho prosiga su labor, un trabajo que después del batacazo en Brasil y el traspié en Francia está atascado. Hay jugadores como para volver a dar lustre a la Selección, y como Camacho conoce el paño podría ser el indicado. Carácter y conocimientos no le faltan y está en la línea de Joaquín Caparrós; pero a su candidatura, sólida porque como el utrerano está en el paro, añade un detalle de cierta relevancia, que mantendría a Javier Miñano, actual preparador físico del equipo nacional, en su puesto.
Del Bosque y Toni Grande, su mano derecha durante tantos años, se desvelan por Miñano. Ellos lo tienen todo hecho, la vida resuelta, y al preparador todavía le queda un largo camino por recorrer. Les preocupa su futuro, como durante la concentración en la Eurocopa les inquietaban determinados rumores que jugadores concretos extendían sobre el trabajo de Javier.
Hace dos años, la Selección regresó de Curitiba con un principio de adocenamiento que tuvo su continuación en Francia. La Roja ha pecado de autocomplacencia. Técnicamente es un equipo envidiable, si no el mejor que ha pisado la Eurocopa, por lo menos uno tan bueno como el alemán. Pero le ha faltado corazón y los síntomas, a partir de la derrota frente a Croacia, eran alarmantemente parecidos a los detectados después de la caída ignominiosa ante Holanda. Y los jugadores siempre lo han sabido; pero no han hecho lo imposible por remediarlo.
La forma de encarar los partidos de Italia, de Islandia, de Francia, de Gales, con ese arrojo y esa convicción evidentes, distaba de ser lo que de salida proponía España. Así llegan las derrotas y los reproches. Así sale la porquería a la superficie y es cuando todo apesta. Así es como las acusaciones soterradas entran en las tertulias sin disimulo. Jugadores que acusan al preparador físico de no hacer su trabajo y al entrenador de no preparar los partidos... En el fracaso, tarde o temprano, se termina dando pábulo a las más variopintas interpretaciones, tantas de ellas inciertas. Por eso Del Bosque defiende a Miñano y su futuro sin él. Por eso en la Federación se ha hablado de Camacho para la sucesión. Y Villar está al tanto. Otra vez la pelota en su tejado. Le agrada la recomendación.
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