Champions League
El peso de la Champions
Las paradas de Oblak en la primera mitad no fueron suficientes para sostener al Atlético en la visita al Bernabéu. El Madrid es el único equipo que puede con los rojiblancos en Europa.
Las paradas de Oblak en la primera mitad no fueron suficientes para sostener al Atlético en la visita al Bernabéu. El Madrid es el único equipo que puede con los rojiblancos en Europa.
Oblak detuvo al Madrid hasta que no pudo más. Se estiró para despejar a córner un remate de Varane después de un saque de esquina, igual que había hecho antes para detener una llegada de Carvajal desde la derecha y el remate instintivo de Benzema después. Isco y el francés, otra vez, lo intentaron con remates demasiado blandos, incapaces de superar al esloveno. Pudo con todos el guardameta del Atlético, menos con Cristiano Ronaldo.
El portugués marcó los tres goles del Real Madrid sin que Oblak pudiera evitarlo. Tampoco las precauciones defensivas del Cholo. El Atlético salió a presionar arriba, pero el juego del Madrid le fue metiendo atrás con mucho campo para recorrer en los contraataques. Sus posibilidades estaban en las manos de Oblak. Para que estuviera seguro, Simeone eligió a Lucas como lateral derecho de urgencia. El francés, jugando a pierna cambiada y en un puesto que no es el suyo, tenía la única misión de proteger su portería. Tapaba las llegadas de Marcelo y se ocupaba de Sergio Ramos en los córners. Pero el gol lo tenía Cristiano.
Vivió mejor el portero rojiblanco cuando el equipo se estiró en la segunda mitad. Simeone renunció a sus costumbres. Hizo dos cambios ofensivos, entraron Torres y Gaitán por Gameiro y Saúl. Y el tercero, con el que suele corregir el ímpetu ofensivo de las sustituciones anteriores, mantuvo la intención. Correa sustituyó a Carrasco y el equipo siguió mirando hacia delante. La pelota estuvo más lejos del área de Oblak, pero llegaron dos goles más para castigar al Atlético.
«En el segundo tiempo tuvimos la pelota, pero no fuimos profundos, no tuvimos ocasiones y ellos con espacios son fuertes y nos hicieron mucho daño», reconocía Simeone tras el encuentro. Los rojiblancos parecen capaces de competir en cualquier circunstancia con el Real Madrid. Hasta que llega la Liga de Campeones. Los madridistas tuvieron que recurrir a la prórroga en Lisboa y a los penaltis en Milán para derrotar al equipo de Simeone. En los momentos decisivos fueron más fuertes. Igual que hace dos años en la eliminatoria de cuartos de final, cuando Simeone quiso asegurar el empate a cero a falta de cinco minutos con Giménez como tercer central y se encontró con el gol de Chicharito, titular por obligación en el equipo que entonces entrenaba Ancelotti.
Al Atlético le pesa la Champions. Ha sido la obsesión de Simeone desde que el año pasado, al terminar la final de Milán, dijo que necesitaba tiempo para pensar. Planteó la temporada pensando en la final de Cardiff, pero la memoria es demasiada carga. En los tres últimos años se ha enfrentado tres veces con el Real Madrid y tres veces lo ha apartado de Europa. El único que lo ha conseguido.