Tenis
Dimitrov se disfraza de Federer para echar a Alcaraz de Miami
El búlgaro se impuso por 6-2 y 6-4. Carlitos se sintió dominado por la derecha de Dimitrov, que se medirá en semifinales con Zverev. La otra "semi", Sinner-Medvedev
De pronto apareció Dimitrov y Alcaraz ya puede pensar en la gira europea sobre tierra batida. Lo que habían sido paseos ante Carballés, Monfils y Musetti se convirtió en una tortura ante el búlgaro. Cayó Carlitos por 6-2 y 6-4 en una hora y 33 minutos en los cuartos de Miami y lo hizo porque se topó con un rival mandón, agresivo y que siempre llevó el peso de los puntos. El búlgaro fue lo más parecido a Federer que se recuerda en mucho tiempo. Derechas, voleas, saques, passings... fue un clínic lo de Dimitrov. Un exceso incluso para Alcaraz que durante muchos minutos se sintió desbordado y dominado por la raqueta que tenía enfrente.
Hubo varias circunstancias en el primer set que sacaron de su sitio a Carlitos. La primera fueron las cuatro bolas de break que desaprovechó entre el primer y el tercer juego. Una de sus obsesiones es que esas oportunidades hay que aprovecharlas si se presentan repetidas veces. Y él no lo hizo. Pero lo que más le descolocó fue la ambición con la que compareció Dimitrov. El búlgaro salió con la derecha cargada. Sólo faltó desde su palco un cartel en el que se pudiera leer: "Hay que atacar todo el tiempo con la derecha". Fue un bombardeo constante. Así logró un break en el segundo juego y tuvo dos oportunidades de situarse 0-4 que no concretó. Pero le dio exactamente igual. Ni un cambio de planes. Dimitrov jugó como lo que puede volver a ser, un "top 10". Como a la derecha le añadió unas voleas de lujo, Alcaraz empezó a desesperarse. No era capaz de mandar y cometió errores porque se sintió desbordado. Lo evidenció en el octavo juego con una subida a destiempo, una doble falta, una derecha a medio pista que se fue larga... Ferrero tenía la receta: "Juega bolas altas". Alcaraz esgrimía que la bola estaba demasiado pesada y su tenis no fluía básicamente porque el juego de Dimitrov era un escándalo.
Y lo siguió siendo en el segundo set. No cedió un milímetro con el servicio y Carlitos empezó a dar síntomas de desesperación. En sus tres primeros servicios sólo cedió un punto y en el cuarto juego sumó otro break con un resto ganador sobre un primer saque del murciano. Más que una reacción de Alcaraz, el cambio en el partido podía llegar si Dimitrov rebajaba en algún momento un nivel escandaloso. Hace años se comparaba al búlgaro con Federer y el tenis que estaba desplegando en el Hard Rock Stadium pareció por momentos una reencarnación de Roger. Tuvo una bola para situarse 2-5 y servicio para llevarse el partido. Sobrevivió el español en un juego dramático y eso le dio impulso para igualar el segundo parcial. Pero no pasó de ahí. Porque Dimitrov no tembló. No se desvió un ápice de su plan de partido y pese al intento de remontada su tenis siguió siendo tan dominador como antes oara citarse con Zverev.
El alemán siempre controló el partido ante Fabian Marozsan y se clasificó con solvencia para semifinales (6-3 y 7-5 en una hora y 39 minutos). Zverev, número cinco del mundo y cuarto cabeza de serie, ya fue finalista en Miami en 2018 y cuajó una actuación muy sólida. Pese al fuerte viento, apenas cometió diez errores no forzados, sumó 20 "winners" y conectó el 74 por ciento de sus primeros saques. No ha cedido un set en todo el torneo. El torneo de Marozsan ha sido notable. Liquidó a dos "top 10", el danés Holger Rune y el australiano Alex De Miñaur, y el lunes entrará por primera vez en su carrera entre los cincuenta mejores. La primera semifinal medirá hoy (20:00) a Sinner y Medvedev.
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