El ex presidente del Fútbol Club Barcelona fue detenido ayer por formar parte supuestamente de una red de blanqueo que habría desviado, entre 2010 y 2014, a paraísos fiscales más de 15 millones de euros provenientes del cobro de comisiones por los derechos de imagen de la selección brasileña de fútbol.

El ex presidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell fue detenido ayer por formar parte supuestamente de una red de blanqueo que habría desviado, entre 2010 y 2014, a paraísos fiscales más de 15 millones de euros provenientes del cobro de comisiones por los derechos de imagen de la selección brasileña de fútbol. Además del ex mandatario azulgrana –que en el juicio por el fichaje de Neymar se enfrentará a una petición fiscal de cinco años de cárcel–, entre los detenidos figuran también su esposa, Marta Pineda, y otros tres empresarios socios de Rosell.

En el marco de la «operación Rimet» –llevada a cabo conjuntamente por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cataluña con el auxilio de la Policía andorrana– se practicaron casi una decena de registros en Barcelona, Gerona, Lérida y el Principado de Andorra, tanto en domicilios del matrimonio como en los despachos profesionales de los empresarios detenidos. Todos ellos comparecerán mañana ante la magistrada de la Audiencia Nacional Carmen Lamela y ante los fiscales encargados del caso, Daniel Campos y Vicente González Mota.

Los agentes llevaron a cabo esos registros con la intención de recabar más indicios del presunto cobro de comisiones ilícitas y del modus operandi del posterior blanqueo de esas ganancias para reintegrarlas al sistema financiero legal.

La investigación –que se inició a raíz de una querella presentada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional– apunta también al ex presidente de la Federación Brasileña de Fútbol Ricardo Teixeira (en busca y captura por la Justicia española), con quien supuestamente Rosell se habría repartido las comisiones ilícitas por los derechos audiovisuales de la «seleçao». Esas cantidades, según fuentes jurídicas, se habrían desviado a una sociedad opaca radicada en Qatar y posteriormente se habrían transferido a cuentas bancarias andorranas.

Los detenidos formarían parte, según una nota difundida por el Ministerio del Interior, de una organización criminal integrada por personas vinculadas al mundo del fútbol y de la organización de eventos deportivos.

Rosell tiene un segundo frente judicial abierto en nuestro país por las supuestas irregularidades en el fichaje de Neymar. La Audiencia Nacional le juzgará, en fecha aún por determinar, por los delitos de corrupción entre particulares y estafa impropia, por los que el fiscal José Perals reclama para él una condena de cinco años de prisión y una multa de diez millones de euros. El ministerio Público defiende, además, que el tribunal imponga al ex presidente blaugrana, al ex presidente del Santos, Odilio Rodrigues, al club brasileño y al propio Barcelona el pago de una indemnización de 3,2 millones de euros (la diferencia entre los 6,8 que cobró por el traspaso y los diez que le correspondían como titular del 40 por ciento de los derechos federativos del jugador).

Y es que, según sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación, Neymar y su padre (ambos se enfrentan a una posible condena a dos años de cárcel y una multa de diez millones de euros) aceptaron en 2011 un pago de 40 millones de euros del Fútbol Club Barcelona «alterando de esta manera el libre mercado» de fichajes y perjudicando a DIS, que podría haber obtenido un mayor beneficio por el traspaso del jugador si hubiesen podido entrar en la puja por su contratación otros clubes europeos.

Según la Fiscalía, Rosell y el entonces presidente del Santos, de común acuerdo con Neymar y su padre, habrían puesto en marcha un ardid «con la intención de ocultar el coste real del jugador», fragmentando el coste real del fichaje en una sucesión de contratos supuestamente simulados (cuatro entre los dos clubes y otros siete del Barça con la familia Neymar).

Aunque la Fiscalía no le acusa, también se sentará en el banquillo el actual presidente blaugrana, Josep Maria Bartomeu, para quien DIS solicita una condena de cinco años de prisión y una multa de 195 millones de euros. El fiscal Perals defiende que fue Rosell quien lideró las negociaciones y que Bartomeu desconocía que el fichaje se estaba haciendo a espaldas del Santos (en un primer momento) y de DIS.

Rosell también estuvo imputado en la Audiencia Nacional por delito fiscal, igualmente en relación al fichaje de Neymar, pero finalmente del caso se hizo cargo el Juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona. La Audiencia de Barcelona condenó el pasado diciembre por estos hechos al club blaugrana a una multa de 5,5 millones de euros por dos delitos fiscales cometidos en 2011 y 2013, después de que la entidad alcanzase un pacto con la Fiscalía y la Abogacía del Estado que implicaba asumir la comisión de ambos delitos a cambio de exonerar de responsabilidad penal a Rosell (para quien el fiscal pidió en su día una condena a siete años de prisión) y a Bartomeu.

La investigación que precipitó ayer la detención de Rosell no está vinculada con la que tiene abierta en Brasil el ex mandatario culé en relación a la supuesta participación de Teixeira en una sociedad de Rosell, Brasil 100% Marketing, que gestionó la organización de diversos amistosos de la selección brasileña de fútbol cuando el después presidente del Barça era ejecutivo de Nike.

Lamela, instructora del procedimiento, ha acordado el secreto de las actuaciones de este nuevo frente judicial de Rosell.