Atletismo
El "Desafío de los 300", un reto a la altura de una unidad heroica
El Grupo de Regulares Ceuta 54 es el alma de una prueba sólo apta para «superatletas». Para la séptima edición, el 18 de mayo, se espera alcanzar la cifra récord de 800 participantes y casi la mitad son mujeres
Se cita a menudo al rockero Silvio para aconsejar a los curiosos: «No busques más, que no hay». La unidad más condecorada de las Fuerzas Armadas Españolas tiene su sede en Ceuta y el Grupo de Regulares 54, regimiento de infantería ligera de vanguardia al que pertenecía, sin ir más lejos, el cabo Germán Billy Palacios Aguilar, recientemente caído en acto de servicio durante unas maniobras de la OTAN con fuego real en la costa del Báltico. El suboficial fallecido, de hecho, será homenajeado el sábado 18, antes de la salida del VII «Desafío de los 300», una carrera pedestre con obstáculos que se celebra en la ciudad autónoma y que se ha convertido ya en imprescindible dentro del calendario de atletismo extremo.
La prueba, en la que participan equipo de dos o tres miembros, consiste en una carrera de obstáculos sobre un recorrido de 13,6 kilómetros que organiza el Club Deportivo González Tablas, con la ayuda del Gobierno ceutí, pero con la decisiva participación del Grupo de Regulares 54, sin el cual sería inviable su celebración, ya que la colaboración y el compañerismo impregnan toda la jornada. «Para esta edición, se ha rediseñado la prueba en su totalidad salvo en la salida y la llegada, pero con el espíritu de los 300, el ‘‘Espíritu Regular’’, de hacerlo en equipo junto a tu compañero y sacrificándote con él. Superación y dureza», relata el coronel David Rubio, que manda la unidad.
El teniente coronel Luis Francisco Mateo, director deportivo del «Desafío de los 300», detalló que el control se cerrará a la una de la tarde, tres horas después de darse la salida en la Playa de la Ribera, y que serán dispuestos en el recorrido, en el que cobra gran protagonismo el emblemático Monte Hacho, tres zonas de avituallamiento y veintidós obstáculos que los participantes deberán superar: traslado de sacos, reptar por el barro, paso sobre carros de combate, transporte de camillas, trepa de redes, arrastre de vehículos… entre otras gentilezas propias del entrenamiento militar. «La gente que ha estado en ediciones anteriores pedía más naturaleza y más aire libre, así que hemos intentado hacerles caso». Las inscripciones están a punto de cerrarse con el cupo de 800 participantes prácticamente cubierto.
El entrenador Salva Ballesta, exdelantero internacional y Pichichi de la Liga 1999/2000, ha definido el Desafío como «una carrera donde hombres y mujeres se ponen a prueba en un recorrido inigualable que sólo los más aguerridos pueden superar». El futbolista formado en la cantera del Sevilla, hijo de militar y Embajador de la Marca Ejército, destaca que «será una prueba dura, pero muy divertida» y que podrán disfrutar de Ceuta «por su recorrido urbano y natural que incluye los mejores rincones de la perla del Mediterráneo». Salva, que actualmente dirige al Estepona, de la Segunda RFEF, es uno de los padrinos de este evento.
Los corredores llegarán a Ceuta desde todos los puntos de la Península, especialmente desde el litoral andaluz, y se espera la participación de unos 150 trinomios (masculinos, femeninos y mixtos) y otros tantos binomios, muchos de ellos formados por atletas veteranos que deberán sumar al menos 104 años entre ambos.
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