Fórmula Uno
¿Cuál es el límite de Fernando Alonso esta temporada?
Su nivel de pilotaje y la evolución del Aston Martin son factores que le pueden permitir llegar al tramo final de la temporada aspirando a su tercer título
Australia y el trazado de Albert Park acogerán el domingo (07:00, Dazn F- 1) el tercer Gran Premio de la temporada y después de los dos primeros fines de semana, Fernando Alonso y su Aston Martin se han convertido en la sensación del campeonato. Lo ocurrido en las sesiones libres celebradas ya en Melbourne y al margen de lo que suceda en la confección de la parrilla ha revelado que Red Bull y Aston Martin son los equipos más en forma en el arranque del curso. Luego están Ferrari y Mercedes, pero una vez ubicados les costará varias carreras llegar al nivel de las dos escuderías anteriores. Y cuando lo hagan puede que sea tarde. Peor lo tienen los alemanes que los italianos. En Mercedes ya reconocen el error en el concepto de monoplaza y dan por hecho que puede ser otro año en blanco.
La Fórmula Uno puede resultar muy cruel e injusta sobre todo si pasas muchos años en esta competición, como sucede con Fernando Alonso. Después de una década navegando entre el final de la parrilla, las averías, los equipos poco o nada competitivos y dos años alejado de la categoría reina, ahora, de repente, se ha encontrado con un coche con muchas posibilidades, un equipo con capacidad para desarrollar y un motor que ahora ha pasado a ser prioritario una vez que el «equipo madre» se ha descartado de la lucha por el título. Los planetas poco menos que se han alineado alrededor del asturiano y por este motivo Alonso no está dispuesto a perder la oportunidad.
Quiere el tercer título y el propio piloto y su escudería consideran que si surge la oportunidad... si Alonso ya es de por sí un piloto ultra competitivo, ahora arrastra diez años de sinsabores. Es decir, es un piloto herido que va a ir con todo en busca de plantar cara a los Red Bull. A priori, la diferencia con el monoplaza de Verstappen y «Checo» Pérez parece grande, pero el español tiene mucho oficio y no se lo pondrá fácil al equipo energético. Es la misma escudería que le arrebató, al menos, dos títulos, sobre todo el de 2010, que fue especialmente hiriente.
¿Puede Alonso aspirar al título? Nadie apuesta por él ni siquiera él mismo, pero en el paddock nadie se atreve a descartarle. Sabe que la regularidad es fundamental y poco a poco irá sumando puntos para no perder comba con Verstappen, principal favorito para el título.
En su contra está el buen rendimiento del coche azul, pero a su favor cuenta con varias bazas. La primera no es otra que su propia experiencia. Todo apunta a que pueden abundar las carreras caóticas en las que el español se desenvuelve a la perfección. El Red Bull puede dar problemas de fiabilidad como ya ha ocurrido en algunas ocasiones y es posible que Sergio Pérez se rebele con su compañero. El mexicano podría no aceptar determinadas órdenes de equipo, algo que se vio en la pasada carrera de Arabia Saudí, en la que su propia escudería intentó engañarle con mensajes confusos procedentes de Verstappen que rodaba en segundo lugar tras remontar...
El holandés sabe que Alonso no es Lewis Hamilton, que es mucho más duro y que ganar un título venciendo al asturiano tiene mucho más valor que los anteriores. Le pasó al propio Alonso con el poderoso Schumacher y acabando con la racha gloriosa de Ferrari, que no volvió a ganar más. Eso sin tener en cuenta el accidente de 2007 en el que McLaren se enredó en historias que terminaron con el título en Maranello por guerras internas.
Otro factor a tener en cuenta puede ser la mejora de motor del Aston Martin. Las evoluciones de las unidades de potencia no son exponenciales con las limitaciones que existen en el reglamento, pero se desconoce si la versión que Mercedes ofrece es «pata negra» o hay margen de mejora una vez que saben que con su propio equipo no van a ganar. Estamos hablando de arañar alguna décima en un coche que ha nacido hace apenas unos meses y que tiene todavía mucho camino que recorrer a nivel de desarrollo, algo que en Red Bull no tienen tan claro por la sanción que recibieron y por aquello de que el reglamento favorece a los equipos que quedaron más retrasados el pasado año. Es el caso de Aston Martin.
En la escudería nadie quiere perder la oportunidad de estar arriba, empezando por el propietario, Lawrence Stroll, y por Fernando Alonso, que sabe que esta clase de oportunidades solo pasa una vez en la vida y mucho menos camino de los 42 años.
Alonso piensa en carreras como Mónaco, en los circuitos nuevos en los que es un maestro en encontrar los tiempos antes que sus rivales si el coche lo permite y en las carreras en las que la lluvia o el caos imperen. Eso sí, Verstappen no es cualquiera.
La prueba de que Alonso va al límite es que en solo dos carreras la FIA ha tenido que regular y aclarar algunos artículos del reglamento porque el equipo y el asturiano han bordeado la legalidad y han jugado con el espíritu de la norma. Competitividad en estado puro. Es algo que antes hacía Hamilton cuando peleaba hasta el final. El enemigo de Red Bull esta temporada no es el británico. Es el español y está por ver hasta dónde puede llegar.
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