Tour de Francia
Thomas acaricia su primer Tour
Fue tercero en la crono sin forzar. Un error de cronometraje dio el triunfo a Dumoulin ante Froome, aunque el keniano recuperó su sitio en el podio
Fue tercero en la crono sin forzar. Un error de cronometraje dio el triunfo a Dumoulin ante Froome, aunque el keniano recuperó su sitio en el podio
Cuando en los últimos kilómetros de la preciosa contrarreloj de Espelette, plagada de aficionados vascos, numerosos como pocos, respetuosos como nadie, a Geraint Thomas le comunican por radio que Tom Dumoulin, su única amenaza en este penúltimo paseo previo al de hoy en París, acaba de cruzar la meta y lo ha hecho dos segundos más tarde que su compañero Chris Froome, el líder del Tour levanta el pie y empieza a disfrutar de su hazaña. No hace falta tomar ningún riesgo. Su primer Tour ya lo tiene en el bolsillo. Y tampoco hay que abusar en la penúltima jornada.
Ha ganado dos etapas, las de la Rosiere y Alpe d’Huez, ha sido un líder sólido y sin fisuras. Otra pieza en el engranaje robótico del Sky. No necesita más. Froome, quizás sí. Viene de un camino de penurias en este Tour, de sufrimiento y falta de fuerzas, pero se ha levantado a tiempo para recuperar su plaza en el podio y marcar el mejor tiempo en la meta. Por un segundo. Así que Thomas, que venía pulverizando el reloj, poderoso, pero ante todo caballero, toca el freno. Quiere dejar que su otrora jefe se lleve una alegría de este Tour, gané en vísperas de llegar a París y todos contentos.
Pero al poco tiempo de que Thomas cruza la meta en Espelette y se abraza a punto de echarse a llorar con su mujer, a Froome le hacen levantarse del «hot-seat», ese lugar arrinconado de los aledaños del podio, sólo operativo durante las etapas contra el crono, con una cámara y una silla, que no está caliente como su nombre indica, pero es todo lo incómoda que se pueda imaginar. Alta, sin respaldo. Uno acaba de marcar el mejor tiempo en una contrarreloj del Tour y lo tienen ahí, torturado. Deseando que todos los ciclistas que faltan lleguen a meta, no por confirmar su triunfo, si no por salir huyendo de allí. Algo huele raro cuando, al lado de Froome, que sonríe lo que puede, le traen a Tom Dumoulin. El holandés, que ha marcado dos segundos más que él no debería estar ahí. Ese es sólo lugar para los vencedores. El «trono» de los elegidos.
Froome le mira extraño. Pero sus modales exquisitos le impiden siquiera simular un bufido. Un auxiliar del equipo Sunweb le comunica a Dumoulin que en realidad quien ha ganado es él. Froome, educado, lo mira y se lo pregunta, más como una afirmación. Ambos se quedan mirando fijos a la pantalla, cada uno rumiando su tensión para sus adentros. Dumoulin, con las manos en la boca, se queda paralizado cuando se lo comunican. Sí. Ha ganado él por un error en el cronometraje. Rocambolesco. La última hazaña de un Tour que no ha andado precisamente escaso de escándalos. Dumoulin no se lo termina de creer, ni siquiera cuando Froome se levanta del maldito «hot-seat». Será el holandés el primer ciclista que gane una crono sin tener que pasarse un tiempo ahí recostado. La tortura se la llevó Froome. «Esto es una locura. No sabía nada de los tiempos parciales». Es lo único que acierta a decir de esta crono que ya es suya. Está hecho un flan. Lleva así todo el día. «Cuando me he despertado me he dado cuenta de que había perdido el buzo de contrarreloj». Su traje para la gloria, el mono hecho a medida sola y exclusivamente, perdido quién sabe dónde. «Estaba muy nervioso». Tuvo suerte Dumoulin. La marca de ropa del Sunweb es Etxeondo, una de las firmas más prestigiosas y de mayor calidad del pelotón ciclista. Y tienen su sede en Villabona, cerca de San Sebastián, a apenas 158 kilómetros de Senpere, donde empezaba la crono que certificó el triunfo final de Thomas.
Las piernas hicieron el resto. Con su triunfo, Dumoulin echó también el cerrojo al segundo cajón del podio al que se subirá esta noche en París. Froome, se irá de este Tour sin ganar una etapa, pero renacido. En su año más complicado se ha levantado a tiempo para asegurar su tercera plaza que el viernes en los Pirineos le arrebató Roglic. El esloveno fue el gran perdedor de la crono. Atrancado desde los primeros kilómetros, no encontró buenas sensaciones en ningún momento de un recorrido que se ajustaba a la perfección a su perfil guerrero. Froome le asestó un minuto y 11 segundos en la meta de Espelette y volverá a ver los Campos Elíseos desde las alturas también este año. Tercero. Desde ahí tendrá que girarse para ver al absoluto y merecido ganador de este Tour. Su líder y hasta ahora gregario Geraint Thomas.
CLASIFICACIONES
20ª etapa, 31 kms: Saint-Pée-Sur-Nivelle - Espelette.
1. Tom Dumoulin (Hol/Sunweb) 40:52
2. Chris Froome (Gbr/Sky) a 1''
3. Geraint Thomas (Gbr/Sky) a 14''
General
1. Geraint Thomas (Gbr/Sky) 80h.30:37
2. Tom Dumoulin (Hol/Sunweb) a 1:51
3. Chris Froome (Gbr/Sky) a 2:37
4. Primoz Roglic (Esl/LottoNL-Jumbo) a 3:22
5. Steven Kruijswijk (Hol/Lotto NL-Jumbo) a 6:08
7. Mikel Landa (Esp/Movistar) a 7:37
10. Nairo Quintana (Col/Movistar Team) a 14:18
14. Alejandro Valverde (Esp/Movistar) a 27:26
Por puntos
1. Peter Sagan (Svq/Bora Hansgrohe) 467 puntos
Montaña
1. Julian Alaphilippe (Fra/Quick-Step) 170 puntos
Jóvenes
1. Pier Roger Latour (Fra/AG2R) 80h.52:50
Equipos
1. Movistar Team 242h.05:05