El bloqueo de Rafa

Perder tres finales en 2017 (Australia, Acapulco y Miami) y cuatro partidos consecutivos ante Roger Federer por primera vez en su carrera sólo se puede explicar desde el punto de vista mental. Está claro que el suizo está intratable, pero da la impresión de que a Rafa Nadal le falla la cabeza, la fuerza mental, justo su punto fuerte durante los años de triunfos y emociones. Su calvario con las lesiones está superado, pero Rafa necesita un título para liberar su mente y ser el tenista de siempre, una roca impenetrable capaz de superar cualquier adversidad. Ahora, en el momento de la verdad, en las finales, no encuentra soluciones y ve calles cortadas donde antes veía autopistas.

El «pack Nadal»

Rafa había llegado con cierta facilidad hasta la final de Miami, dominando a sus rivales y sin desgastarse demasiado. Federer, en cambio, andaba justo de gasolina y la paliza ante Kyrgios le tenía que pesar sí o sí en las piernas camino de los 36 años. Pero casi nadie contaba con esa versión de Nadal, más errático que nunca, sin explosividad, sin confianza, cometiendo errores no forzados. En ningún momento encontró su tenis, los intercambios de bolas que antes acababan con una derecha ganadora del español y un grito de rabia. Ahí también vemos a un Nadal diferente. Se echan de menos sus gestos, el puño apretado, la rabia. El «pack Nadal». Ahora viene la tierra batida, su tierra. Ahí debe conseguirlo, debe lograr romper este bloqueo mental.

Don Roger Federer

Lo del suizo merece un aparte. Tercer título del año (Australia, Indian Wells y Miami) gracias a su inigualable calidad y solidez. Parece incluso mejor tenista a pesar del declive físico. Está fresco mentalmente, liberado, juega por placer porque el título de mejor tenista de la historia le pertenece desde hace tiempo. Lo tengo claro, si Rafa Nadal tiene que perder un partido, que sea ante el tenis de Roger Federer.