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Final Four Euroliga

El Barça, un balneario con el nuevo Jasikevicius

La de Kaunas es la tercera Final Four del equipo azulgrana en otros tantos cursos con el técnico lituano. El Barcelona no levanta el título desde 2010

Saras Jasikevicius, con Satoransky en Kaunas Enric FontcubertaEFE

Con Saras Jasikevicius el Barça a estas alturas siempre ha alcanzado el mismo destino. Tres cursos con el lituano en el banquillo y otras tantas Final Four. En la primera cayó en el partido definitivo ante el Anadolu Efes y el año pasado fue el Real Madrid quien frenó a los azulgrana en semifinales. Este año ha habido un cambio fundamental en el equipo. La relación de Jasikevicius con los jugadores es bastante menos tensa que en las campañas anteriores y eso la plantilla lo agradece. Lo que para algunos era «insoportable» se ha convertido en poco menos que un «balneario».

El Barça llega a Kaunas después de 19 victorias en los últimos 21 partidos, con una racha de once triunfos seguidos y con un espíritu que cambió después de la derrota en los cuartos de final de Copa ante Unicaja. «Él, yo y otros jugadores nos hemos sabido adaptar a la situación. Es un entrenador muy exigente y lo debe ser. Cada uno tiene que ser exigente, sobre todo estando donde estás, con los jugadores que tienes. Pero hay que saber los momentos en los que tienes que controlar al equipo, llevártelo hacia ti y poner calma. Es algo que está haciendo mucho mejor este año. También se comunica mucho mejor con los jugadores, que es algo también importante», reconoce Niko Mirotic en una charla con Efe.

El ala-pívot llega más fresco que nunca a la Final Four. No debutó hasta el 1 de diciembre debido a problemas en el tendón de Aquiles del pie izquierdo y ahora está en el mejor momento del curso. «Es una cuestión de experiencia sobre todo, de aprender de los errores, de estar más calmados, de quitarse un poco la presión que siempre está ahí, de saber cómo manejarla. Es una cuestión de proceso, tanto de los jugadores como de los técnicos», comenta Mirotic.

El ambiente en el vestuario, el disfrute de la plantilla, la gestión más amable del grupo... todo eso se traduce en un baloncesto más alegre que sitúa al Barça como favorito en la semifinal ante el Madrid... aunque en la plantilla no se olvida que hace un año también llegaban en esa situación.

No sólo Mirotic, la referencia dentro y fuera de la cancha, da pistas sobre los nuevos hábitos de Jasikevicius. «No vamos a pedir a Saras ahora que sea otra cosa, pero se nota cómo está manejando los partidos y la temporada», detalla Laprovittola.

«Entiendo mejor lo que quiere de mí en la pista. Todo es importante, cada rebote, cada balón. Estoy mejorando mi juego con él. Me siento más relajado durante el partido y eso me ayuda a jugar con confianza. A veces Jasikevicius nos deja salir y divertirnos, otras veces en cambio nos manda que juguemos de una determinada manera. Ahora todos nos entendemos mejor, jugamos más juntos y estamos en la mejor forma posible. Nos sentimos todos bien, tenemos confianza», asegura Sanli.

El nuevo Barça ha cambiado la planificación de las temporadas anteriores para llegar en la mejor condición posible a Kaunas. De manejar la primera fase con autoridad ha pasado a medir esfuerzos sin perder de vista el liderato. Antes de la llegada de Jasikevicius, el Barça llevaba siete años sin alcanzar la Final Four y once sin acceder a la final. Los títulos logrados en 2003 –con Jasikevicius en la plantilla– y 2010 son un botín escaso para un club que desde 1988 ha estado en 17 Final Four.