Alemania o el panzer de Gordon Herbert

El tipo de pelo blanco y 63 años que se sienta en el banquillo alemán y con una planta que no desentona con sus jugadores es Gordon Herbert (16-2-1959, Penticton). El seleccionador alemán nació en Canadá, tiene nacionalidad finlandensa y un pasado directamente relacionado con el baloncesto español. Herbert llegó a ser internacional con su país de origen. Disputó con una Canadá en la que mandaban Triano, Wiltjer o Kazanowski los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. El primer peldaño de España hacia la plata fue precisamente ante los norteamericanos (83-82). Dos años después, en el Mundial de España, Herbert seguía siendo un secundario en su selección y España también ganó a su Canadá en la lucha por el quinto puesto (100-80). Herbert dejó de jugar a mediados de los noventa y se convirtió en entrenador. Desde entonces ha dirigido a más de una docena de equipos, tres selecciones, fue ayudante en los Raptors bastante antes de que llegara Scariolo y con la actual Alemania está cuajando su mejor obra.

Porque los anfitriones del torneo tienen una estructura similar a la nueva España. Cuentan con la inevitable cuota de NBA (Schroder, Wagner y Theis), pero no hay una superestrella que todo lo eclipse y su fuerza está en el colectivo. El base, con nueve temporadas en Estados Unidos y casi 700 partidos en la NBA, es su máximo anotador y el mejor pasador (20,2 puntos y 7,2 asistencias). Franz Wagner, alero de 2,08 y que anota 16 puntos por partido, solo ha necesitado una temporada en los Magic de Orlando para demostrar que la Liga estadounidense es su sitio. Y por dentro la pieza clave en el entramado defensivo, el hombre que se emparejará con Willy, es Daniel Theis. Él fue uno de los claves de que la Grecia de Antetokounmpo claudicara en cuartos.

Alemania sólo ha perdido un partido en lo que va de torneo. Fue ante Eslovenia (88-80) después de haber superado a Francia (76-63), Bosnia (92-82) y Lituania (109-107 tras dos prórrogas en uno de los mejores partidos del torneo). Alemania anota mucho, muchísimo. Son más de 93 puntos por encuentro (tres más que España), rebotea casi igual (32,9/33,3) y pasa un poco peor (18,1/20,9 asistencias). En porcentajes de tiro, los germanos están por delante en lanzamientos de tres y de tiros libres.

El duelo con Alemania es un clásico. En el único torneo europeo que los germanos ganaron el oro, 1993, superaron a España en cuartos. También lo hicieron cuando lograron la plata en 2005, aunque ahí la derrota llegó en semifinales ante Nowitzki y compañía. El bronce de los teutones en el Mundial de 2002 también llegó después de superar a España en los cruces.